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Editorial
Avanzamos hacia la conclusión del primer semestre de este 2023 en medio del sofocante calor que, como en años anteriores, agobia a las familias yucatecas que en su gran mayoría debe permanecer en sus domicilios en Mérida por carecer de los recursos económicos para trasladarse a los puertos yucatecos, donde el calor es el mismo, pero allá se da la esperanza de las brisas marinas matinales o vespertinas para refrescar en parte la temperatura.
Esperanza de ingresos para los pescadores, comerciantes y proveedores de servicios, la población flotante en nuestros puertos genera recursos económicos oportunos para activar la quebrantada economía de los puertos yucatecos.
Aquellos personajes adinerados que acumularon fortuna por sus acciones comerciales e industriales se unen a los descendientes de alguna clase política de generaciones precedentes para compartir aires salobres y la tranquilidad que solo el mar puede estimular en nuestras vivencias.
Un respiro económico espera por estas fechas al pequeño comercio ambulante y trabajadores del sector de servicios al visitante en todos los puertos de la costa yucateca, que incluirá a turistas ocasionales en nuestra entidad.
Enhorabuena.
Nuestros admirables conciudadanos en las pobladas costas yucatecas reciben con agrado el estímulo del turismo visitante al que entregarán, como siempre, su cortesía, atenciones y respeto.
¡Bienvenidos!