Poesía
De Cristales al sol, libro en preparación
Por Carlos Duarte Moreno
Fue Fina la primera divina noviecita
quien hizo mis tempranos ensueños florecer…
Después amé a una esquiva, coqueta Margarita,
amante de los besos, del vino y del placer.
Amé luego a Consuelo que puso una infinita
ternura en sus palabras y en todo su querer,
llegando luego Ofelia como una luz bendita
que disipó los hondos negrores del ayer…
De todas, el recuerdo me sigue torturante:
Mimí, lejana y bella, Erlinda la inconstante,
la dulce de María, la pálida René,
o bien, es Pilarica, la chica que sencilla
nos sirve con requiebros de ingenua gitanilla
cuando a reunirnos vamos los bohemios al café.
El Popular. Diario Informativo de la Tarde. Mérida, 10 de diciembre de 1921, año I, núm. 48, p. 2.