Magia y Estética del Ballet Nacional de Cuba abre Otoño Cultural
El ritmo y la perfección de los intérpretes principales del Ballet Nacional de Cuba llenaron el escenario del teatro “José Peón Contreras”, durante la gala dancística que inauguró el miércoles 7 de septiembre el Otoño Cultural 2016.
Después de permanecer cerrado varios meses, el recinto abrió sus puertas con el espectáculo La magia de la danza, conformado por fragmentos de varias obras clásicas del siglo XIX a cargo de la compañía antillana bajo la dirección de la prima ballerina assoluta, Alicia Alonso, a quien el público ovacionó al concluir la gala, en la que estuvo presente el titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes, Roger Metri Duarte.
La noche la abrió el pas de deux de Giselle con la actuación de Sadaise Arencibia y Adrián Masvidal en los papeles de la protagonista y Albrecht, respectivamente. Ellos recrearon las escenas del segundo acto donde Sadaise intenta salvar con el poder del amor la vida de su amado, que cayó en el hechizo de los seres malvados llamados willis.
La función continuó con la boda de los príncipes Aurora y Desiré a cargo de Anette Delgado y Dani Hernández, respectivamente, del tercer acto de La bella durmiente del bosque.
Para cerrar la primera parte, se ejecutaron fragmentos del segundo acto de la obra El cascanueces con el Vals de las flores y el grand pas de deux, esta última considerada la más perfecta del repertorio clásico y en donde intervinieron Claudia García como el Hada garapiñada y Rafael Quenedit, en el papel del Caballero.
En la segunda mitad se llevó a cabo la unión de los personajes principales Swanilda y Franz, interpretados por Ginett Moncho y Ariel Martínez, a quienes se unen los solistas de las Mazurka para recrear escenas de la primera y tercera parte de Coppelia.
De la pieza Don Quijote el público disfrutó la gallardía de los toreros de una plaza de lidia con el baile entre Espada y su amante Mercedes a cargo de Francoise Llorente e Ivis Díaz, y de la celebración de la unión de los personajes principales la hermosa Kitri, Viengsay Valdés, quien se robó los aplausos del público con su interpretación y Basilio, Patricio Revé.
Mientras que de la reconocida obra El lago de los cisnes se pudo apreciar el amor entre Odette y Siegfried en el famoso pas de deux que reúne técnica y estilo interpretado por Sadaise Arencibia en el papel de la reina de las aves y Raúl Abreu, en el del príncipe.
El sabor caribeño y latinoamericano se hicieron presentes cuando la compañía y los bailarines principales se unieron para interpretar la Sinfonía de Gosttchalk y recrear una fiesta criolla.
Por vez primera, previo a la función, el Ballet Nacional de Cuba abrió su ensayo a diversas escuelas de la especialidad, para poder asistir a una clase magistral a cargo de sus integrantes.
Los alumnos representaron a la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY) y las academias “Socorro Cerón”, TDO, Milné, Eduanú, ABC Danza, Passion Academy, “Miriam Cazola”, Perlei Danza, Coppelia, Obik Danza Studio, “Claudina Novelo” y Estudio Danseurs. Asimismo, a los centros de Educación Artística (Cedart) “Ermilo Abreu Gómez” y Estatal de Bellas Artes (CEBA). También estuvieron los bailarines de la Compañía de Danza Clásica del Estado, quienes pudieron observar giros, movimientos y la técnica de la escuela cubana que la ha llevado a ser reconocida a nivel mundial.
Para Jimena Díaz González, de 14 años, e integrante de ABC Danza, fue un sueño hecho realidad poder apreciar la sesión de práctica. Quedó encantada con la exhibición, que la motiva a continuar a practicar este arte.
Mientras, la reconocida maestra Carmita Cerón destacó que, para la tradición dancística que prevalece en Yucatán, la oportunidad de que los alumnos puedan presenciar el ensayo de un espectáculo como el que ofrece el Ballet de Cuba es inspirador, además de que han atestiguado el legado de una figura mundial como Alicia Alonso.
DEPARTAMENTO DE DIVULGACIÓN CULTURAL / SEDECULTA