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La Didáctica del Silencio – II

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Ejercicio de aproximación de las participantes del taller Logos – Construir una propuesta narrativa y descriptiva con el silencio como un todo que se desdobla en la brevedad.

ROCÍO DE JUAMBELZ

YUCATÁN

Es una noche oscura donde nada se oye, nada se ve y los sentidos buscan adivinar el rumbo.

Sus pasos son lentos y su mirada cautelosa. Está perdido, y un voraz miedo lo acompaña, apretando su cuello con un nudo infinito y mortal. Si para, corre el riesgo de que algún animal lo aceche; si continúa, la siguiente pisada puede ser un paso al vacío.

Decide avanzar, lerdo y callado. Sólo de vez en cuando alcanza a percibir una luciérnaga solitaria que destella su brillo en la densa oscuridad. Ni la luna quiere asomarse entre las espesas nubes de esa selva desconocida a la que no habría entrado jamás en su sano juicio.

 Se pregunta una y otra vez por qué lo hizo. Su mente solo le responde con reproches, culpas y pretextos; no la escucha, la ignora, como ha ignorado su instinto y su atrofiado sentido común.

Se siente cansado, suspira con una respiración ahogada que queda atrapada en su garganta.

Otro paso, la hierba húmeda amortigua su peso y empieza a darse cuenta de que quizá es un fantasma, que ya murió y no se ha dado cuenta, porque no escucha nada, su voz ha enmudecido y todo lo que mira a su alrededor podría ser la entrada al infierno. ¿Acaso nadie lo ve? ¿Nadie lo oye?

Un nuevo paso y el dolor de sus piernas lo alerta.

Siente una infinita sed en su boca, tan seca como un árido y desolado desierto. ¿Cuántas horas han pasado? Ahí no existe el tiempo. Ya no sabe si su destino lo llevará a la muerte o a la salvación. No quiere estar ahí, pero no sabe cómo llegó.

Los recuerdos se van borrando; el pasado se desvanece brumoso en cada neurona, y su oscuro presente lo está dejando mudo, ciego, sordo, o probablemente loco.

Se palpa el rostro, aún lo siente y sonríe.

Un paso más le da esperanza y, entonces, bajo sus pies finalmente encuentra el vacío que tanto temía.

Cierra los ojos y con resignación espera… espera su futuro y calla.

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