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Dos siglos de dramaturgia regional en Yucatán – XXXIV

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Teatro Yucateco

XXXIV

 

Sara Molina

 

Dignidad maya

Continuación…

ACTO 2° CUADRO 2°

En el templo maya fiesta de los CONQUISTADORES. La tropa alegre bebe y canta, tarareando con mujeres mayas en los brazos. El CAPITAN con ZACNITE

 

UN SOLDADO: Un nuevo pueblo hay en nuestro reino

bellos trofeos tenemos aquí

bizarro y valiente nuestro Capitán

ciñe mil laureles altivo a su sien.

SOLDADOS: ¡Viva nuestro reino!

La Patria amada nos espera ya.

Bebamos, cantemos, brindemos por ella.

Brindemos, bebamos. ¡Viva nuestro Capitán!

La Patria amada, etc.

CORO A CAPELA DE CUATRO VOCES: ¡Vivan los soldados que saben vencer!

¡Oh Patria amada brindamos por ti!

 

Orgía. Todos cantan y bailan.

 

CORO: Tralalala, etc.

La juventud, la juventud debe ser feliz

Tralalala, etc.

La vida es muy corta y tan bella a la vez.

gocémosla, gocémosla mientras no se va.

La alegría y el amor, el vino y la flor.

Casémonos, besémonos ahora tú y yo.

Tralalala, etc.

Amémonos, besémonos al compás de la danza

amémonos, casémonos vivamos un idilio.

La vida es muy corta y tan bella a la vez

la juventud, la gracia, nobleza militar,

unidos y alegres en la vida a gozar

la gracia femenina, la juventud audaz

¡Conquistan el asombro por doquiera que van!

La Patria, la Patria, es donde hay amor.

Queremos entregarnos al placer sin temor.

Que digan lo que digan para hacernos rabiar

las viejas brujas, santas que nos hacen reír.

¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!

Casémonos, besémonos en un rapto fugaz

la libertad sin freno tenemos sin pagar

¡Amor! ¡Amor! ¡Cantemos al amor!

Amémonos, besémonos, ahora tú y yo

tú y yo, tú y yo. Vino, canto, mujeres.

Tú y yo. Tú y yo, ebrios en los placeres.

En el campo florido, encantados respiramos.

La gracia femenina, la juventud audaz,

conquistan el aplauso por doquiera que van.

En el reino del encanto respiremos libertad.

¡Amor! ¡Amor!

Cantemos al amor

dancemos y besémonos ahora tú y yo.

Tralalala, etc.

 

Salen bailando soldados y mujeres dejando solos al CAPITAN con ZACNITE

 

CAPITÁN: Muchacha deliciosa

niña bella y gentil

abrázame, envuélveme, embriágame de ti

abrázame, envuélveme, embriágame de ti

            ¡Ven! ¡Ay! ¡Ven a mí!

            Muchacha deliciosa

¡Ven! ¡Ay! ¡Ven! ¡Ay! ¡Ven a mí!

ZACNITÉ: Extranjero no me toques, no me beses

¡Déjame! Que la sangre de mi raza

está muy lejos de ti.

CAPITÁN: Soy yo un veterano

valiente hijo del Cid

yo tuve mil batallas y ninguna perdí

Los Leones de Castilla

yo llevaré a la Lid

Tenemos como lema

            ¡El vencer o morir!

 

Repetición del dueto. Extranjero, etc.

Durante la orgía, los indios con ZUZUL a la cabeza han entrado en sigilo arrastrándose. Escondidos en la terraza del Templo han visto todo. Con la última palabra del dueto el CAPITAN enlaza a ZACNITE para subyugarla venciéndola y en este momento los indios se abalanzan sobre él y lo hacen prisionero, quedando amordazado en parte durante la próxima escena.

 

ZUZUL: Ya ves que he llegado al fin a encontrarte. Nadie, ni la muerte podía detenerme.

ZACNITÉ: Esperé largas horas en duelo y quebranto, presintiendo horrenda catástrofe al fin.

ZUZUL: Ya ves he llegado, etc.

ZACNITÉ: Llévame contigo, huyamos, huyamos,

no me dejes, no me dejes

tú que eres mi esposo.

CAPITÁN: (Sarcástico.) ¡Tú que eres mi mujer!

 

Coro en lejanía.

 

SOLDADOS: Mujeres, mujeres deliciosas

gocemos, gocemos el triunfo y la victoria

el triunfo y la victoria que ellas nos darán,

¡Pues ellas son la gloria, la gloria del Mayab!

MUJERES: Somos las mujeres de los vencedores

de los hombres fuertes que saben vencer

soldados extranjeros vinieron a besarnos

y a darnos libertad!

ZACNITÉ: Príncipe mi dueño, ven a libertarme

Estoy cautiva en poder español.

ZUZUL: ¡Apártate mujer! Horrorizado te miro

tú en quien puse mi fe inquebrantable,

aquel altar sublime que yo te levanté,

en ruinas ha caído.

¡Ya no te quiero ver!

CAPITAN: Ya antes tú has sido mía

y corre en sus venas la sangre extranjera

y como en los mares se vierten los ríos.

Su sangre ha mezclado con sangre Española!

CORO DE GUERREROS: El Dios de la guerra nos haga triunfar, etc.

ZACNITE: (Implorando) Príncipe mi dueño ven a libertarme

estoy cautiva inerme en poder Español.

Defiéndeme, huyamos salvemos tu tribu

¡Príncipe invencible gloria del Mayab!

Vencida, inocente, llevóme el engaño

sabiendo que tú eras mi hermoso ideal

infelices ambos, olvida lo infame

Llévame en brazos surja nueva vida

Recuerda los días de inmensa esperanza

de caricias y amor sin igual

mas tarde los dioses bendicen la unión

Lejos la fortuna, muerta ya la gloria

el Satanás blanco manchando mi honor

no he de volver a gozar la dicha

Se acabó aquel sueño de grata ilusión

Murió mi ventura cuando iba a alcanzarla

tú sabrás si puedes volvérmela otra vez

En tus brazos fuertes quiero resguardarme

ungiendo en mi sangre divino perdón

Príncipe mi dueño, ven a libertarme

estoy cautiva inerme en poder español

Defiéndeme, huyamos salvemos tu tribu

¡Príncipe invencible gloria del Mayab!

ZUZUL: Hija de la raza que el sol Maya abraza

tú morirás conmigo el honor lo demanda

tu sangre manchada, ahora mancillada

jamás consagrada de nuevo será

La gloria de tus padres en piedra eternizada

con mácula ha sellado tu vil debilidad

nunca serás madre del invasor bastardo

¡Tú morirás desgraciada doncella del Mayab!

Los mundos son poemas urdidos en los cielos

el himno del que es nuestro no sabrán los profanos

Misterio sagrado, en piedra grabado

dejemos el enigma, ¡el odio nos guía!

La herencia de los mayas desconoce igual

¡Nunca resollamos en el mismo mundo!

¡Adiós ciudades sagradas de Yun-chak!

¡El sol se obscurece, no hay Mayab ya!

 

Los GUERREROS se adelantan condenándola. ZACNITE en actitud humilde e intensa. Escucha con los ojos bajos y las manos enlazadas.

 

GUERREROS: A morir vas condenada hija espuria del Mayab

Nuestras lanzas destinadas a guardarte hoy tu sangre verterán

Antes de mezclar tu sangre con extraños debiste morir

Las leyes santas del Mayab sagrado manchaste sin temor

Muere traidora. ¡Lave tu sangre el vil pecado de tu traición!

Ya se acerca la hora de cumplir el misterio.

¡Alcemos compañeros bien bravo el corazón!

Dancemos compañeros la fuga de la muerte

¡Entonen los tunkules su más lúgubre son!

 

Fernando Muñoz Castillo

Continuará la próxima semana…

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