Nuevo Edificio de la Universidad de Yucatán en 1941 – XI

Memoria de las Fiestas Inaugurales

XI

El Segundo Día de los Festejos Dedicados a la Inauguración del Edificio de la Universidad.

Continuación…

La primera exhibición en Yucatán del juego del balón gigante

Prueba de las excelentes condiciones físicas en que se hallan los estudiantes universitarios, gracias a su cotidiana preparación atlética y deportiva, sabiamente administrada por sus maestros especializados, fue la exhibición del Balón Gigante, modalidad deportiva totalmente nueva en nuestro medio. Cedamos la pluma al cronista del Diario del Sureste.

Y vino lo más interesante de la tarde: el partido de Balón Gigante concertado entre 30 muchachos de la «Universidad» y 30 del «Batallón». Por primera vez en los anales deportivos de nuestro Estado tuvimos oportunidad de presenciar ese deporte tan entusiásticamente respaldado por el señor Gobernador del Estado, ingeniero Canto Echeverría, y tan animosamente aceptado -a lo que parece- por la juventud yucateca.

El juego, como se ha dicho ya en varias ocasiones, es bastante fácil de ejecución, muy espectacular e interesante para quienes lo ven, y muy recio y disciplinario para los que lo cultivan.

La sola vista del enorme balón fue motivo de variados comentarios entre los espectadores. Y, cuando, empeñados en la lucha los dos bandos contendientes, se vio el esfuerzo extraordinario que los jugadores tienen qué desplegar en el juego y el recio choque que significa cada «rush», con la resultante de un sinfín de incidentes -todos ellos riesgosos- en que el coraje, el empuje y el espíritu de combate de los players se pone a prueba, la ovación con que los espectadores premiaron la pugna de los bandos fue señal inequívoca de que no sólo el deporte en sí, sino también la forma en que los combatientes lo estaban jugando, merecía la aprobación y el agrado de la concurrencia. Sencillo de por sí, en cuanto a su reglamento se refiere, y por tanto, de fácil «captación» para todos, el Balón Gigante fue ayer la nota saliente de la fiesta en el Campo Deportivo «Salvador Alvarado».

No obstante lo holgado de la tarja, que fue 18 x 0 a favor del tim (sic.) de la Universidad, el interés, por la naturaleza misma del juego, no decayó un solo instante. Desde el inicio del partido hubo de notarse el arrojo con que los universitarios arremetieron contra los soldados, ganándolos siempre en la arrancada y siendo, por consiguiente, los que primero daban el empujón con que se ponía en juego la bola. Sus avances fueron sucediéndose rápida y arrolladoramente, sin que los soldados pudiesen atajarlos, y fueron hábiles en el impulso que dieron al balón cuando se levantaba por encima de las cabezas de los combatientes y el aire les ayudaba. Así, casi de manera ininterrumpida, el «Universidad» se apuntó en su favor 8 goles laterales que le valieron 16 tantos.

En la segunda mitad del partido, colocados contra el viento, algunos creyeron que los universitarios verían hollada su meta por los del fusil. Pero no hubo tal, y, después de una serie de castigos recibidos por ambas partes, por fouls, los de la «Universidad» hicieron un gol lateral más, que puso la anotación final en 18 x 0 a su favor

Hubo un momento extraemocionante. El balón estaba en zona peligrosa para el «Universidad», a sólo unos 10 metros de su meta… y, sin embargo, los universitarios aguantaron el «rush» y rechazaron al enemigo con tal fuerza y valor que, a poco el balón había perdido terreno y parecía que tendería a moverse en dirección contraria hasta el gol de los soldados. Estos habían perdido con esto su único «chance» de anotar. Después vinieron los fouls mencionados… y la tarja del lateral final… y el disparo del timekeeper Alex Aguilar dando fin al juego. Los árbitros fueron: principal, el «Dzol» Peraza, y segundos Medina y Arzápalo. Anotador: Lic. Valdés Suárez.

A las 17:35 horas, el profesor Ernesto Pacheco Zetina, acompañado de los profesores Hernández, Salias y otros, pertenecientes a la Dirección de Educación Física, arrió la bandera, mientras las notas de nuestro himno patrio llenaban nuevamente el espacio, y el hermoso festival llegaba a su fin.

En el palco de honor tomaron asiento el señor ingeniero Humberto Canto Echeverría, Gobernador del Estado: general Aureo L. Calles, Comandante de la 32 Zona Militar; señor Gonzalo López Manzanero, Secretario General de Gobierno; licenciado Manuel Pasos Peniche, Procurador General de Justicia; señor Blas L. Torres, Presidente Municipal de esta ciudad; Fermín Pacheco Larrondo, Inspector General de Policía; ingeniero Félix I. Vallejos; el ingeniero Joaquín Ancona Albertos, Rector de la Universidad de Yucatán, acompañado de los Rectores universitarios que nos visitan: doctor Raimundo Ruiz, de la Universidad de Puebla; licenciado Victoriano Anguiano, de la Universidad de Michoacán; licenciado Rodolfo Delgado, de la Universidad de Guadalajara; doctor Ignacio Morones Priego, de la Universidad de San Luis Potosí; doctor Enrique C. Livas, de la Universidad de Monterrey; licenciado Arturo García Formentí, de la Universidad de Sinaloa, y licenciado Manuel Cortés Herrera, de la Universidad de Guanajuato.

También tomaron asiento ahí los profesores de la Universidad, señores licenciado Armando Maldonado C., Diego Barbosa Sosa, Manuel Simón y doctor Felipe Aranda. Y en representación de los estudiantes: Edilberto Peniche A., Carlos Gutiérrez, Víctor Barredo L. y Hernán Buenfil B.

Del elemento militar, tanto en el palco como en otros sitios del Estadio, estuvieron presentes: el general brigadier Ceferino Gutiérrez Cervantes, Jefe del Estado Mayor de la Zona; coronel Salvador J. Díaz Salcedo; tenientes coroneles Médico Cirujano Mario Ricalde Gamboa y Eulalio Sastré de la Fuente; mayores Pablo Orduña Mejía, Ricardo Merino Ariza, Juan Viveros Porcayo y Rafael María Román Alcocer; capitanes Ezequiel V. Ramírez Ceniceros, Manuel Tovailla Vázquez, Pablo Guzmán Sánchez, Joaquín Figueroa M., Genaro R. González Rojas, Fausto Fernández E., Donaciano Barajas G., Bernardino Fandiño M., Celestino Sangermán Reyes, Héctor Stone García, Isaac Gómez Irigoyen; teniente Víctor Contreras Orbe; subtenientes Rubén Mendoza Bermer, Juan M. Pizarro Martínez y Othón Berlanga Quintero; general brigadier José Reynosa Mireles, Comandante del 10o. Batallón; teniente coronel Daniel Barrera Fabregat, subjefe del mismo; mayor instructor Braulio M. Corona Courrech; capitanes Rafael A. Freer Solano y Abraham Correa Marín.

Continuará la próxima semana…