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La Palabra de los niños ante el Coronavirus

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UN ESPACIO CREATIVO PARA ENFRENTAR LA PANDEMIA

MTRA. ROSA CAROLINA GONZALEZ DE LA TORRE

MARZO 2022

Hace dos años el virus Sars-Cov 2 llegó a México y como en muchos países también entró en crisis sanitaria y económica. Todo cerró, nadie sabía cómo actuar, todos tuvimos miedo, miles perdieron algún amigo, algún familiar, los negocios cerraron, las escuelas cerraron y las familias se quedaron en casa conociéndose, redescubriendo quiénes son, para muchas los ambientes aún con el encierro fueron favorables, aprendieron a vivir y convivir en armonía, para otras el encierro fue un infierno.

En ese tiempo las grandes instituciones internacionales y gobiernos, secretarías de salud y de educación tuvieron que actuar de manera rápida, tomar decisiones casi a ciegas, los adultos sujetaron de nuevo las riendas, dijeron qué hacer, cómo actuar, indicaron qué acciones tomar para protegernos del coronavirus.

 Y los niños… ¿Alguien se acordó de los niños? Parecía que no. De pronto se vieron encerrados en casa, sin poder ir a la escuela, sin salir a jugar, sin ver a sus amigos ni a los abuelos, sin poder entender la situación. Las emociones de la gente grande estaban a tope y las de los niños… ¿alguien se preguntó cómo se sentían los niños?

El 11 de marzo del 2020 la OMS dictó la declaratoria de pandemia, tras el incremento de casos de la enfermedad y casos importados fuera de China.

Fue el 23 de marzo, cuando la Secretaría de Salud en México hizo la declaratoria de la Jornada Nacional de Sana Distancia, con lo que entraron en acción las medidas sanitarias y de distanciamiento social para disminuir los contagios, las escuelas cerraron.

El lunes 20 de abril, el gobierno de México y la Secretaría de Educación Pública, a cargo del Lic. Esteban Moctezuma Barragán, pusieron en marcha el programa Aprende en casa, estrategia para continuar las clases en modalidades en línea y a distancia durante la pandemia. “La educación digital llegó para quedarse,” afirmó el Secretario. Asimismo impulsó una educación integral, que significa educar para la vida, por lo que se incluyó en la currícula los valores, el civismo, la ética, las artes y el desarrollo socioemocional, “esto último nunca antes más urgente que ahora” dijo.

Un jardín de niños participó así en esta iniciativa: los alumnos tomaban las clases primero por televisión con el programa Aprende en Casa, y luego con su Maestra a través de la plataforma Meet, una hora diaria.

15 meses después, escribí esta carta que describe la experiencia:

“9 de julio del 2021

¡Hoy es un Día para Celebrar!

Celebramos el día que nos encontramos por primera vez para iniciar las clases en línea porque la vida, por alguna razón afortunada, nos puso juntos en este camino.

Celebramos que fuimos pioneros, ¡exploradores!, en esta nueva forma de hacer la escuela por computadora.

Celebramos los retos tecnológicos, de conectividad, de comunicación superados.

Celebramos porque aprendimos el uso de plataformas y aplicaciones digitales.

Celebramos porque abrimos nuestra casa para dar y tomar clases en línea y garantizar a los niños y las niñas su derecho a la educación.

Celebramos porque a pesar de las dificultades económicas, de salud y emocionales, en el significado de la escuela y la educación somos más fuertes día a día al realizar las actividades en colaboración, al escuchar, al ser resilientes y empáticos ¡Juntos: Maestra, Alumnos y Padres de Familia!

Celebro la experiencia compartida con mis compañeras maestras y directora, con ellas fortalezco mi práctica docente.

Celebro el apoyo de ustedes, Padres de Familia, que de manera muy comprometida, responsable y amorosa han acompañado a su hijo, a su hija, en esta primera gran aventura que es la escuela.

Ustedes, Padres de Familia, en el transcurso de este año escolar han sido una pieza fundamental para que esto sea posible: estar puntuales con sus niños viendo los programas Aprende en Casa, procurar la asistencia permanente de sus hijos a las clases, tener listos los materiales solicitados, mantenerse en comunicación constante, apoyar en el envío de tareas a tiempo, estar dispuestos a atender, escuchar y poner en práctica mis recomendaciones para ayudar a sus pequeños, siendo pacientes, cariñosos y dándose la oportunidad de aprender, convivir y divertirse con ellos.

Los celebramos a ustedes, niños y niñas, por todo lo que han aprendido en este ciclo escolar que ha sido maravilloso y exitoso.

¡Que todo lo aprendido lo sigan practicando y lo disfruten!

¡Que todo lo aprendido lo lleven en el corazón y los haga sentir felices!

Recuerden que son unos campeones, que son hermosos, inteligentes, que siempre tendrán cosas importantes que decir y derecho a ser escuchados, que son únicos y especiales y que los amo con todo mi corazón.

 Agradezco verlos asistir a las clases por computadora motivados, contentos, interesados por aprender.

 Agradezco a mis compañeras docentes. Sigamos las clases en línea con la claridad de una intención educativa sin perder de vista la imaginación, el sentido lúdico, la creatividad. ¡Proyéctenlas lejos!

¡Que las clases se disfruten!

¡Se recuerden!

¡Se mantengan en el pensamiento, en el corazón y durante toda la vida!

¡Que la experiencia de aprender sea significativa siempre!

Maestra Carolina”

La pandemia en México se enfrentó con la educación en línea y a distancia que si bien tuvo importantes beneficios para la mayoría de los alumnos, también dejó retos qué afrontar como la falta de socialización entre niños y niñas, la urgencia de regresar a clases garantizando la salud, la identificación de alumnos con rezago, el abandono escolar y los problemas socioemocionales tanto de alumnos como de maestros.

En agosto del 2021, con la nueva normalidad. El regreso a clases estuvo lleno de acciones, expectativas y preguntas: habilitar la escuela, poner en marcha un protocolo de salud, apoyar a los alumnos de rezago, fortalecer los aprendizajes, organizar los grupos para mantener la sana distancia, ¿cómo procurar el distanciamiento entre los chicos?, ¿podrán quedarse con el cubrebocas puesto durante 4 horas de clase?, ¿cuánto tiempo les llevará adaptarse a la escuela y desapegarse de sus padres? , ¿cómo se sentirán después del confinamiento y tal vez llevando encima la experiencia de la muerte de un familiar?

El primer día de clases es inolvidable, lejos de encontrarnos con alumnos llorando, abrazando las piernas de su madre y sin querer entrar a la escuela, los niños y las niñas cruzaron la puerta con ojos de asombro, felices de estar ahí, con ganas de explorarlo todo, de conocer a su maestra, de jugar con otros niños, de aprender. Las maestras sólo podíamos ver los ojos de los alumnos porque todos ellos portaban el cubrebocas, alcanzamos a notar alegría reflejada en ellos, en su conducta y en sus palabras.

Por contradictorio que parezca, este estado era efecto de la pandemia. En el reencuentro todos teníamos cosas que decir, necesidad de platicar anécdotas, de explicar cómo nos cuidamos, de describir alguna situación especial, de escuchar cómo nos sentimos.

Con este panorama surgió el proyecto “Yo te lo cuento” como un espacio de creación artística donde los niños pequeños pudieran expresar, primero, a través de la oralidad y después de la literatura, su pensar y  sentir con relación a la pandemia. El proyecto se orienta en dos campos formativos: (1*) Exploración y Comprensión del Mundo Natural, (2) Lenguaje y Comunicación y el área de desarrollo (3) Socioemocional. Los aprendizajes esperados:

(1*) Practica hábitos de higiene personal para mantenerse saludable y conoce medidas para evitar enfermedades.

(2*) Comenta, a partir de la lectura que escucha de textos literarios, ideas que relaciona con experiencias propias o algo que no conocía, Construye colectivamente narraciones con la expresión de las ideas que quiere comunicar por escrito y que dicta a la educadora, Construye colectivamente rimas sencillas.

(3*) Reconoce y nombra situaciones que le generan alegría, seguridad, tristeza, miedo o enojo, y expresa lo que siente.

La parte fundamental de este proyecto es la literatura y la creación de textos literarios sobre la pandemia, así que utilicé como elementos detonadores de la experiencia estética tres libros, uno para cada etapa del mismo:

Para el inicio, donde los alumnos hablaron de lo que sabían sobre el coronavirus qué es, cómo se contagia, qué podemos hacer para cuidarnos utilicé el libro El Día en que todo se detuvo, un cuento de Jordi Iñesta y de creación colectiva “donde un amplio grupo de artistas mexicanos de diversas partes del país presentan esta obra literaria interactiva que da pie a la reflexión y expresión de lo sucedido, a discutir sobre las medidas higiénicas, a conocer nuevas palabras, a decir cómo nos sentimos y recordar alguna situación significativa que los niños pasaron durante la cuarentena.” Otras actividades complementaron esta primera etapa: juegos, canciones, exposiciones, práctica del lavado de manos, todo este bagaje de experiencias se concretó en cartas dictadas y escritas por los alumnos, previo conocimos qué es una carta, cuáles sus partes, leímos algunas escritas por las madres y por otros niños. Si bien la carta no es propiamente un género literario,  sí fue un primer encuentro con la palabra escrita  expresada en sus conocimientos previos, su experiencia ante el covid con un familiar cercano o su maestra enfermos y como resultado, su primera creación artística para este proyecto.

“Observar a alguien que lea y escriba es fundamental para que luego los niños intenten leer y escribir por sí mismos” – Lepe, 2022

“Leer y escribir como prácticas sociales son formas de lograr objetivos sociales y prácticas culturales más amplios” – Zavala, 2009

La segunda etapa la detonó el libro Romina y el Covid 19, un cuento de Trixia Valle, maestra en educación para la paz e ilustraciones de Sara Sánchez. Elegí este cuento porque, aunque es muy breve, está enfocado a las emociones y escrito en simples versos de tal forma que, a partir de lo que Romina y sus padres sentían por la presencia del coronavirus, los alumnos  comenzaron a hablar de sus emociones. En esta etapa también hablamos de las personas que murieron, los niños expresaron sus sentimientos a través de la palabra oral, del cuerpo en movimiento, de la música, identificamos en el cuento de Romina las palabras que riman, leí algunos poemas, comentamos lo que nos hicieron sentir y entonces nos convertimos en poetas. Breves poemas que con rima o sin ella acunan el alma de estos grandes autores de 4 años.

 ¿Alguien se preguntó cómo se sentían los niños? Sí, hubo muchas personas que se lo preguntaron, como las que escribieron los libros mencionados y otras  que además lanzaron propuestas  para  mirar esta situación como una oportunidad:

“Ha llegado el momento de una revolución en el modelo educativo. Los niños y niñas no son ciudadanos del futuro, ya son ciudadanos hoy. Con los primeros que hay que contar es con ellos, y a los primeros que hay que preguntar es a ellos: tenerlos en cuenta. Nos reunimos mesas sectoriales de directivos, profesorado, sindicatos, políticos, técnicos… Ya, ¿y los niños? ¿alguien les ha preguntado a ellos? Sí, ellos tienen las soluciones” – Mar Romera, 2020

 “Por favor, suspendan los programas, ahora el programa urgente es ayudar a los niños a entender lo que está pasando, escucharlos  qué están viviendo y cómo lo están viviendo”. “Los niños tienen derecho a expresar su opinión cada vez que se tomen decisiones que los afectan” – Francesco Tonucci, 2020

Poemas en Colectivo

Niños y Niñas del Grupo 2°A

Mi abuelito Poncho murió,

murió mi conejito,

mi hermanita dormida,

el perrito murió,

te quiero, te amo,

me siento triste,

te amo con mucho amor.

Extraño a mi pez Colín,

se murió mi perro Bongo,

murió mi tío Papáseco,

se murió mi abuelo Güero,

extraño a mi abuelita Elvira

siempre salía contigo a jugar.

Te regalo un pan de muerto,

te pondré tu juguete favorito,

te amo mucho,

te regalo un poema feliz.

Te amo, Maestra.

Te llevo flores,

eres como una estrella.

Te quiero.

Maestra

aprendimos mucho contigo.

Te invito a mi casa

a comer pollo

con todos mis amigos.

Te amo, Maestra,

Te quiero,

eres como una manzana,

te cuido

cuando te asomas por la ventana.

 

Hacia el final del proyecto leímos ¿Qué pasa en el mundo? Un cuento para pequeños y no tan pequeños sobre el coronavirus, escrito por Nacho Palacios, con ilustraciones de Leo Nieves, desde Venezuela.

¡Puros cuentos sobre el Covid 19! Sí, pero cada uno tratado de una manera distinta.

Este cuento también habla del virus, de cómo fue que se expandió por el mundo entero, del confinamiento, de las medidas de higiene, de las emociones, incluso también está escrito en verso, pero ¿Qué pasa en el mundo? fue nuestro detonador para hablar de la esperanza. “La educación es un acto de esperanza” – Papa Francisco, 2020.

Entonces los niños escribieron cuentos:

 

Yo vivo en el mar, tengo una casita, estamos asustados y tristes estamos.  Viene el huracán, los caracoles se destruyen,  arreglamos nuestra casa y el mundo se recupera. El océano es de amor. Todo es lindo. Todos los peces son bonitos. Cuando el océano es noche, los pececitos se duermen.

Niños y Niñas del grupo 2°A, Equipo 2.

Vivimos en el mar. Oímos un torbellino, salimos con cuidado, reconstruimos nuestro hogar. Me siento feliz. Nadamos. Entramos a nuestras casitas, pasaron los días, nos abrazamos.

Niños y Niñas del grupo 2°A Equipo 1

Se dijo rápido, pero cada una de las etapas del proyecto llevó su propio ritmo y tiempo.

De esta manera mis alumnos, niños y niñas de nivel preescolar, tuvieron la suficiente información sensible para crear literatura de frente a la pandemia y expresar sus emociones.

A dos años de pandemia este proyecto es importante, pues recogió la palabra escrita de uno de los grupos más vulnerables de la humanidad, los niños. Siempre debemos recordar que ellos tienen que ser leídos o escuchados. Su voz es verdadera y esperanzadora.

4 COMENTARIOS

  1. Felicidades por un trabajo tan hermoso e importante. No cabe duda de que ser formador es contribuir a esa esperanza que es la educación. Gracias, Mtra. González De la Torre ; )

  2. La práctica de la docencia como proceso creativo, se traduce en aportaciones de trascendencia para la educación en general y en particular para la educación pre-escolar, como en este valioso proyecto llevado a cabo por la Maestra Rosa Carolina González De la Torre.
    FELICIDADES.

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