Memoria de las Fiestas Inaugurales
II
ALGO SOBRE LA NUEVA UNIVERSIDAD
A unos doscientos metros escasos de nuestra Plaza de Armas se levanta gallardo y majestuoso el nuevo edificio de la Universidad de Yucatán. Es de tres pisos en toda su extensión y avalora la prestancia de su frontis con una pieza cimera, destinada a alojar el teatro-estudio de la estación radiodifusora universitaria, nueva modalidad del trabajo social de nuestra máxima Casa de Estudios.
El bicentenario convento de San Pedro, asiento hasta hace tres años de los estudios preparatorianos de Yucatán, constituía una sólida estructura del estilo arquitectónico colonial primitivo -tipo fortaleza- plena de solidez pétrea y carente de todo detalle ornamental, de cualquier reminiscencia o atisbo plateresco. Era ese el tipo clásico de construcción colonial, tipo cuartel, antitético de los preciosismos orfébricos que caracterizan verbi gracia la Casa del Alfeñique de Puebla. Contados edificios de la Mérida colonial se escapan de esa modalidad austera de la arquitectura, siendo el ejemplo más notable el de la Casa de Montejo.
Utilizar las colosales estructuras laterales de la casona conventual, ennoblecida por haber sido el regazo de tantas generaciones de intelectuales yucatecos, creando algo nuevo, un edificio de líneas armoniosas y dotado de una belleza severa, he aquí la tarea ingente que se impuso llevar a cabo con férrea voluntad el gobierno del ingeniero Humberto Canto Echeverría. El claro sentido práctico que caracteriza al dinámico gobernante creador de la nueva sede universitaria, escogió un tipo de construcción que se acercara en lo posible a los dictados de la arquitectura funcional, es decir, que el objetivo primordial fue crear un recinto cómodo, confortable e idóneo en todos sentidos de la vida universitaria.
La ardua tarea fue cumplida en su plenitud: el añoso edificio de tipo fortaleza es ahora una bella construcción en la cual se armonizan dos estilos diferentes con un buen gusto y un sentido de la proporción sobresalientes.
El patio central es genuinamente «neocolonial»; veteado de piedras entreveradas de verdura, encuadrado por amplios corredores que bordean los macizos arcos, con los cuales rematan los anchos pilastrones de piedra. El centro del patio tiene un detalle pintoresco y evocador, el brocal de un pozo que parece arrancado de un huerto sevillano.
La superficie total de la Universidad comprende cuatro mil quinientos cuarenta y seis metros cuadrados, extensión muy superior a la que tenía el Instituto Literario, obtenida por compra que hizo el Gobierno del Estado de varias construcciones adyacentes a aquél.
La altura máxima del flamante edificio es de diecisiete metros quince centímetros, suficiente dentro de nuestras ordinarias dimensiones urbanas de provincia para dar una impresión de grandeza y poderío. La belleza de la perspectiva se completa merced a dos anchurosos jardines que separan la Universidad de las casas vecinas: dichos jardines son dos calles interiores, plenas de verdor, que los estudiantes pueblan cotidianamente, a determinadas horas, para repasar sus lecciones.
Las verjas que limitan ambos jardines y la puerta central, son dos detalles ornamentales muy valiosos. La puerta central, obra del consagrado escultor Enrique Gottdiener Soto, es muy sólida y amplia, se encuentra tallada con exquisitez, completándose el tipo arquitectónico que representa por medio de los grandes clavos y el enorme cerrojo.
Cancha y gimnasio
La Educación Física de los estudiantes universitarios ha sido tomada muy en cuenta al erigirse el nuevo edificio: el gimnasio cuenta con todos los aparatos necesarios para adiestrar y fortalecer los músculos, tales como argollas, paralelas, resortes, cables, balancines, trampolines, etcétera. En su recinto, de cuarenta metros de largo por nueve de ancho, está instalado un magnífico lecho de lona rodeado de cuerdas, o ring, usando el extranjerismo de moda, que servirá a los colegiales para sus prácticas de pugilato.
En el costado noroeste se encuentra la cancha de básquetbol, dotada de amplias graderías y de un piso excelente. Es la única del Estado que cuenta con las medidas reglamentarias y que se halla al día en los demás aspectos de este popular y sano deporte, como es el concerniente a los tableros. Esta cancha puede ser utilizada para jugar varios deportes de red, como el volibol y el «badmington», así como para efectuar veladas y mítines.
Biblioteca y auditorio
Amplia y aireada, formando un solo vasto salón, para lo cual se derribaron las paredes que hubo que reemplazar por arcos y puentes, y se la dotó de amplias ventanas, la biblioteca está en condiciones de cumplir en grado superlativo su levantada misión. Retratos al temple de nuestros más ilustres intelectuales del pasado adornan las paredes, en las cuales serán empotradas amplias y modernas estanterías. Numerosas mesitas adosadas a los muros, permiten a los lectores concentrar la atención en ópimas condiciones. El techo ostenta también bellas creaciones pictóricas.
El auditorio «Manuel Cepeda Peraza» ha venido a llenar un vacío existente en el plan de trabajos de nuestra Alma Máter. Las voces más destacadas de nuestra intelectualidad cuentan ahora con una tribuna apropiada. Su lunetario está distribuido en un espacio de ciento ochenta metros cuadrados, 20 x 9, y en condiciones de perfecta visibilidad y de excelente acústica. Una serie de motivos hechos a línea, representativos de escenas de la vida actual, del arte y la ciencia contemporáneos, engalanan sus muros laterales.
El salón de sesiones del Consejo Universitario
La máxima autoridad universitaria, el H. Consejo de profesores y alumnos que preside el señor Rector, cuenta en adelante con un sitio que afianza la dignidad de su cometido: se trata de un amplio salón, de paredes adornadas con cuadros pictóricos de inspiración mayista, que define el sentido de nuestra posición cultural mestiza, fuertemente impregnada de los valores intelectuales del maya precortesiano. Las sillas de los consejeros, amplias y severas, aúnan la solidez del cedro y la belleza de sus labraduras; sus levantados espaldares de cuero de venado son un atisbo de las butacas indias.
Aulas, gabinetes, laboratorios
La Escuela Preparatoria y las varias Facultades cuentan con aulas espaciosas, ventiladas e iluminadas perfectamente. Las flamantes sillas de cedro, barnizadas de negro y construidas ad hoc para ser asiento de las diarias bregas intelectuales de la cátedra, son un constituyente muy estimable de la eficiencia de los trabajos magisteriales. El antiguo pizarrón portátil que entorpecía el tránsito y no era perfectamente visible para todos los alumnos, ha sido sustituido por amplios lienzos de pizarra adosados a las paredes en una considerable extensión de éstas. La iluminación artificial es magnífica, corresponde al sistema de luz fluorescente, que esparce una claridad difusa similar a la diurna, haciendo agradables y fáciles de llevar las tareas escolares de la noche.
Los laboratorios y gabinetes fueron construidos con mira al servicio que iban a prestar. Su reciente dotación de muy útiles y valiosos instrumentos científicos up to date ha crecido considerablemente su capacidad de trabajo, al grado de que se esperan muy jugosos frutos de las investigaciones y experiencias que en ellos se realicen.
El observatorio astronómico
Las observaciones astronómicas, realizadas siempre con cariño en nuestra Escuela Preparatoria a inspiración del profesor titular de la materia, ingeniero Joaquín Ancona Albertos, serán efectuadas en adelante en condiciones mucho más ventajosas. El Observatorio ofrece por su solidez de construcción y demás características la posibilidad de llevar a cabo trabajos de alta precisión, condición inherente a las prácticas de astrofísica. Dos hermosas bóvedas se construyen para albergar los telescopios.
El ojo gigante de un modernísimo telescopio, recién llegado a nuestra Universidad, explorará ventajosamente los espacios siderales en nuestras claras noches tropicales, en búsqueda infatigable de la verdad que encierran aquellos.
Ojeada de conjunto
No pretendemos describir el edificio con acuciosidad, porque ello no cabe dentro de los perfiles de esta Memoria y también porque posiblemente incurriríamos en alguna omisión. Las esbeltas escaleras, los vastos corredores, superpuestos en rededor del patio central, las habitaciones que cobijan las oficinas administrativas de la Institución, son otros tantos aspectos dignos de atención para el amante de la cultura, por su sobria belleza, su eficiencia y su ajustada distribución.
El arte y la técnica, unidos codo con codo en un esfuerzo benemérito, crearon a nuestra venerada Alma Máter una casa digna de su altísimo prestigio moral e intelectual, y ello es motivo de perdurable euforia para todos sus hijos.
Continuará la próxima semana…