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El Tango y la Milonga – IV

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Entre Corcheas – En El Cono Sur

El Tango y su evolución en sus figuras rítmicas bailables en Boca y Buenos Aires. Archivo AHGA.

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

En tanto las posteriores corrientes inmigratorias europeas, llevaron al Tango a su máxima expresión: el Tango Canción, con una identidad cultural única. Por sus características excepcionales, en el 2009, el Tango fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En cuartillas anteriores contamos el origen del Tango y el contexto histórico en que surgió. Analizamos los ritmos que influyeron en su gestación, por qué se identifica con el arrabal, y cuál es su relación con el lunfardo. Ahora nos referiremos a los creadores que le dieron alma y magia a un género que es parte de la identidad de los platenses.

Se denomina tango canción a la composición lírico-musical en la que la letra responde a las características rítmicas y emocionales de la música y del baile de Tango. Evolutivamente, el tango apareció primero como un audaz baile de pareja enlazada, que impulsó primero la aparición de un nuevo género musical que lo sostuviera y luego un tipo de canción que se ajustaba a las características del baile y la música, llamada tango canción. Se considera que el primer tango canción fue «Mi noche triste«, de Samuel Castriota y Pascual Contursi, estrenado y grabado por Carlos Gardel en 1917. Gardel a su vez ha sido considerado como el cantor que creó y desarrolló las características técnicas y expresivas del Tango canción.

El origen negro del Tango en la Argentina y Uruguay. Archivo AHGA.

El Tango argentino nació aproximadamente una década antes que Carlos Gardel. Algunos lo consideran el segundo baile más famoso de la historia, sólo superado por el Vals en celebridad mundial. Como el Vals, el Tango se asocia ante todo con una ciudad. Al contrario del Vals, el Tango se originó en dicha ciudad pues, aunque el Vals inició su carrera de fama internacional en Viena, no había nacido en la ciudad misma.

La relación del Tango con Buenos Aires, en cambio, comenzó desde el principio. Pero si seguimos investigando en crónicas antiguas, nos lleva a dudarlo. Los intentos de localizar su cuna exacta están condenados al fracaso. Una fuerte tradición (que no es más que eso) asocia sus orígenes con el distrito entonces conocido como Corrales Viejos (la zona del moderno barrio de Parque Patricios), en esos tiempos un arrabal en la franja sur de la ciudad de Buenos Aires donde, hasta lo que sabemos, el Tango data de 1903 y estuvo situado el matadero municipal. Es más probable que creciera en diversos arrabales como ése, en improvisados salones de baile (algunos con piso de tierra) y burdeles. Su origen social era pobre, marginal, e incluso semidelictivo. Por esta razón fue repudiado largo tiempo por la alta sociedad argentina, aunque los jóvenes sedientos de placer de la clase alta desempeñaron su papel en la propagación del tango por la ciudad.

Los viejos mataderos de Buenos Aires, donde se gesta el tango. Archivo AHGA.

Al filo del siglo, la tradición musical del Tango comenzaba a desarrollarse rápidamente. Las orquestas de la época aún eran primitivas y toscas. Los tercetos y cuartetos predominaban, y los instrumentos más comunes eran la guitarra, la flauta, el violín, el piano (a veces) y el bandoneón: este pariente del acordeón fue inventado en Alemania a mediados de la década de 1830 y apareció en la Argentina en el tercer cuarto del siglo diecinueve. Sea cual fuere la razón (y a pesar de que todos los bandoneones se fabricaban en Alemania) se convirtió poco a poco en el instrumento esencial del Tango.

A principios de siglo, orquestas de Tango tocaban en los cafés de La Boca, donde la gente escuchaba la música más que bailarla; las primeras estrellas de la tradición comenzaban a despuntar. Sólo unos años más tarde, el Tango y su música invadieron el Centro, donde se instaló en cafés y pistas de baile, incluidos los de la calle Corrientes. Esta calle tiene un significado casi legendario para la tradición del Tango y, como hemos señalado, fue la calle adonde se mudaron doña Berta y su hijo al comenzar el siglo. Los cabarets como el Armenonville y el Palais de Glasé también se transformaron en reductos del nuevo baile.

El Café Tortoni, en Corrientes, un lugar para escuchar música milonguera y Tango. Archivo AHGA.

El Tango ya había propagado su influencia lejos de Buenos Aires y Montevideo (donde también echó raíces en una fecha muy temprana). A principios de la década del 10 lanzaba una triunfal ofensiva en el Viejo Mundo. La “tangomanía”, una extraordinaria chifladura social, alcanzó su cima en Europa justo antes de la Primera Guerra Mundial. El popular caricaturista francés Sem rebautizó a París llamándola Tangoville. Los “tés de tango” (por no mencionar los “Vermuts de Tango” y las “cenas de tango”) se convirtieron en furor universal. “El año 1913”, escribió una inglesa de la época, “podría llamarse ‘el Año del Tango’, pues dicho baile ha provocado más charlas… que cualquier otra cosa.” Obispos, cardenales, e incluso el papa Pío X, se pronunciaron contra ese baile que juzgaban lúbrico e inmoral; los emperadores de Austria-Hungría y Alemania prohibieron a sus soldados bailarlo cuando vestían uniforme. Como el vals y la Polca anteriormente, y como el Charlestón unos años después, el Tango superó todos esos escollos.

Continúa…

Fuentes

Quick Answer: Mi Noche Triste Tango? – Tanzen lernen und verstehen (tango-argentinien.com)

Wikizero – Tango canción

Carlos Gardel – 3. El nacimiento del tango canción, 1917-1925 – Ariadna Ediciones (openedition.org)

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