Sobrinitos,
Me hace muy feliz estar nuevamente con ustedes para comentar otro interesante tema que pueden comentar con sus hermanos y padres, incluso a sus abuelitos. Se trata de los miedos en niños.
Los especialistas aseguran que el miedo es un primitivo sistema de alarma que ayuda a los niños a evitar situaciones potencialmente peligrosas, y también que los miedos son frecuentes durante la infancia, pues prácticamente todos los niños refieren al menos un temor importante.
El miedo puede llegar a constituir un trastorno fóbico, generando malestar clínicamente significativo, con consecuencias negativas en el área personal, familiar y escolar. Por fortuna, son menos habituales los miedos desproporcionados, ya que el índice de fobias, otra manera de llamar a los miedos, en la infancia no sobrepasa el 8%.
Los miedos y fobias en niños y adolescentes han sido estudiados e investigados constantemente, demostrando que entre el 30% y el 50% de los niños presentan uno o varios miedos intensos. Las niñas puntúan por encima de los niños en los inventarios de miedo, de la misma manera que los niños de ambos sexos obtienen puntuaciones superiores a los adolescentes.
Es importante entender que es perfectamente normal que los niños tengan miedo a veces, sobre todo cuando el miedo es una emoción que puede ayudarlos a ser cautos. Por eso es muy importantes que acudan a sus padres: ellos pueden ayudarlos a sentirse seguros y a aprender a sentirse cómodos y tranquilos.
El miedo es una emoción que se experimenta a lo largo de la vida, aunque las situaciones temidas varían con la edad. La media de miedos excesivos era de 13 para las chicas y 9 para los chicos.
El conejo Max y Rufino me entregaron un informe sobre este tema, resaltando una información importante: que las cosas que asustan a los niños van cambiando a medida que van creciendo. Por ejemplo, los bebés sienten ansiedad ante los desconocidos, pueden llorar o aferrarse a uno de sus padres para sentirse seguros.
Los bebés mayores y los niños de hasta 3 años de edad sienten ansiedad de separación. Entre los 10 meses y los 2 años, muchos bebés empiezan a sentir miedo cuando se tienen que separar de unos de sus padres. A los niños pequeños les asustan cosas «irreales».
Por otra parte, los niños de 4 a 6 años saben simular cosas o fingir, mas no siempre son capaces de distinguir lo real de lo que no lo es, por eso los monstruos que se imaginan les parecen reales. Otros tienen miedo de la oscuridad y de la hora de ir a la cama, algunos temen tener pesadillas. Los más pequeños se pueden asustar ante los ruidos fuertes, como los de los truenos o de los fuegos artificiales.
Los niños mayores tienen miedo de los peligros de la vida real, como pueden ser la presencia de algún «hombre malo» en su casa, de las catástrofes naturales que descubren en internet, también temen que les hagan daño o que una persona querida pueda morir.
Sea cual sea el caso, recuerden que sus padres y hermanos son los más adecuados para consolarles y ayudarles a superar sus miedos, y así vivir una vida mucho más plena y feliz.
SALIM ALCOCER LIXA