Las plataformas se han convertido en el espacio de disfrute de millones de personas en todo el planeta. Aunque abundan los contenidos, no necesariamente todos merecen nuestra atención: son contadas las películas y series que garantizan calidad en cuanto a guion, producción y desarrollo, algo que cubre de manera sobresaliente ‘Misa de Medianoche’.
Misa de Medianoche, miniserie de terror disponible en Netflix, fue creada por Mike Flanagan, la nueva estrella del cine de horror, quien acumuló buenas críticas con sus dos anteriores producciones: ‘La Maldición de Hill House’ (2018) y ‘La Maldición de Bly Manor’ (2020). Flanagan logra que las atmósferas sean perturbadores en los momentos precisos. El viaje al clímax de la trama está construido con un ritmo que requiere mucha atención a los detalles, ya que las intrigas van descubriendo poco a poco la verdadera personalidad de cada protagonista.
Los dos primeros capítulos son los que merecen mayor atención, siendo los más lentos emocionalmente, y muchos seguramente dejarán de ver la serie, desesperados por ver monstruos. No, esta serie requiere paciencia en la trama inicial porque la recompensa es monumental. Cada episodio es un tobogán de emociones, una garantía hacia el terror en su máxima expresión.
Los acontecimientos ocurren en Crocket Island, venida a menos a causa de un derrame petrolero, donde radican menos de 200 habitantes, la mayoría dedicados a la pesca; es un lugar apartado que tan solo se conecta con tierra firme a través de un modesto servicio de ferris que realiza 2 viajes por día.
La comunidad es católica, a excepción del Sheriff (Rahul Kohli) y su hijo, que son musulmanes. La asistencia a las misas es mínima y, para colmo, el párroco de la iglesia, debido a su avanzada edad, es llevado a la costa para ser hospitalizado.
Los acontecimientos se van precipitando cuando regresa a la isla Ryler Flinn (Zach Gilford), culpable de homicidio imprudencial al arrollar a una chica estando borracho. Tras cuatro años en presión, vuelve con sus padres y hermano, atormentado por pesadillas en las que su víctima ensangrentada lo mira con cara de reproche. La conexión entre él y el carismático padre Paul son la columna vertebral de la historia.
Otros personajes centrales son Erin Green (Kate Siegel), ex novia de Ryler, que vive sola tras ser abandonada por su pareja al quedar embarazada; la doctora Gunning (Annabeth Gish), que cuida a su madre senil; el borracho del pueblo, causante de dejar paralítica a una niña llamada Leeza (Annarah Sheppard). Mención especial merece la odiosa diacona de la iglesia, Bev Keane (Samantha Sloyan), quien impone la educación religiosa en la única escuela del lugar.
Las acciones del cura suplente van causando un efecto de atracción de los fieles, hasta desbordar el lugar tras realizar un milagro en plena misa, durante la comunión. Pero una presencia siniestra llega a la isla, ocultándose en una casa abandonada.
Los diálogos entre el párroco y Riley justifican y cuestionan los métodos que la iglesia ha utilizado a lo largo de la historia para imponer la guía espiritual. El religioso tiene una visión clara de lo que hará para sacar a Crockett Island de la decadencia, aunque para lograrlo deba realizar un pacto.
Misa de Medianoche plantea varias preguntas, entre ellas: ¿hasta dónde serás capaz de llegar defendiendo una fe?, ¿cuáles serían los pecados que asumirías por demostrar que tienes la razón? Es una metáfora de los abusos y crímenes que las religiones han perpetrado por siglos, de cómo el fanatismo jamás es la respuesta correcta. No te la pierdas.
RICARDO PAT