Editorial
Da comienzo una primavera cálida, diríamos inédita, rara, inusual.
Es que nos hemos hecho a la idea de que la temporada primaveral es frescura, aromas de flores y hermosos cantos o trinos de aves canoras. En este año 2021, la característica de estos primeros días de la temporada primaveral es de calor excesivo que rebasa los 40°C, lo que ya es mucho decir.
Con la excepción de las madrugadas, los amaneceres luminosos y alegres con el gorjeo de los pájaros, las horas centrales del día, especialmente las laborables, escolares, de convivencia, van trocando el otrora fresco matinal en el hervor de una olla de presión que convierte al pavimento urbano en quemante espacio que traspasa el material de confección del calzado, que con ello se calienta en forma severa.
La modernidad ha traído el consuelo de los espacios con aire acondicionado en transportes, oficinas, tiendas comerciales, etc. Los templos, por su tipo de construcción antigua, son frescos pero en su gran mayoría solo permanecen abiertos contadas horas del día.
Además, en estos tiempos de pandemia, sana distancia y reclusión obligatoria generalizada, debemos reflexionar que el 90% o menos de las viviendas urbanas o rurales carece de sistemas de aire acondicionado.
Al contar con estos sistemas, algunos comerciantes resultan beneficiados con la situación, como los que expenden productos fríos, refrescos y demás, o poseen locales donde se pueden servir bebidas frías y alimentos calientes.
Insistimos en que es una primavera distinta, agravada por el acoso de una pandemia que se resiste a ser vencida.
Lo recomendable es cuidar a las familias, especialmente a los pequeñines y adultos mayores, mantenerlos a cubierto o protegidos de este inicio de primavera atípica en este marzo 2021.
Las familias yucatecas deben extremar precauciones.