XX
SATURNINO GÓMEZ SOSA
(1890 – 1964)
Maestro Distinguido 1998
Hombre que encontró su vocación en el magisterio y creyó firmemente que la única manera de que el pueblo se sacudiera del yugo esclavista era la educación. Así fue el pensamiento del ameritado profesor Saturnino Gómez Sosa, nacido el 1 de abril de 1890 en Ticul, Yucatán, donde inició sus estudios elementales de enseñanza. A principios del siglo XX, con la determinación de continuar con su formación educativa, se trasladó a la ciudad de Mérida para estudiar en la Escuela Normal de Profesores del Instituto Literario de Yucatán.
En julio de 1867, por Decreto del gobernador provisional del estado, Gral. Manuel Cepeda Peraza, fue erigido el Instituto Literario de Yucatán en el edificio del antiguo Colegio de San Pedro, siendo su primer director el Lic. Olegario Molina Solís. Un año después, el 12 de septiembre de 1868, con base en la Legislatura del Estado y por promulgación del gobernador Cepeda Peraza, «se creó, en el seno del Instituto Literario de Yucatán, la primera Escuela Normal de Enseñanza Primaria gratuita, bajo la inspección y vigilancia del Director del Instituto». (1) Ahí se cursaban las asignaturas de ortografía, caligrafía, gramática, aritmética, principios generales de geografía, catecismo político y principios de moral y urbanidad. La Normal abrió sus puertas el 1 de octubre de 1868.
El 17 de febrero de 1902 fue nombrado como decimotercer director del Instituto Literario el ameritado profesor y licenciado en derecho José Inés Novelo, quien durante años trabajó arduamente en consolidar el prestigio del centro educativo e incrementar el número de estudiantes. A partir de su segundo año en el cargo comenzaron a impartirse las clases comerciales y de música y propuso la apertura de un gimnasio. (2)
El ambiente en el que el joven Saturnino se desarrolló como estudiante del Instituto era diverso. A principios del siglo XX la institución incorporó a la clase de ejercicios militares la Academia de Esgrima. El gobernador Olegario Molina apoyó la propuesta del director de implementar clases de solfeo, teoría musical, instrumentos de madera, instrumentos de metal e instrumentos de cuerda. En septiembre 1903 fue aprobado el presupuesto para instalar en el Instituto y en el Museo Yucateco el alumbrado de gas.
Los alumnos acudieron a la inauguración del monumento erigido en memoria del Dr. Justo Sierra O’Reilly en el Paseo de Montejo. También participaron en la recepción al presidente de México, Gral. Porfirio Díaz, el 5 de febrero 1906 en la estación del ferrocarril ubicada en el extremo norte del Paseo Montejo. Al día siguiente acudieron a las inauguraciones de los nuevos edificios de la Penitenciaría Juárez, del Asilo Ayala, del Hospital O’Horán. (3) En 1907, a la edad de 17 años, el joven educando Saturnino Gómez Sosa se graduó en la Escuela Normal de Profesores del Instituto Literario de Yucatán como Profesor de Enseñanza Elemental y Superior.
Su primer trabajo frente a grupo fue en la Escuela Municipal Lorenzo de Zavala. Posteriormente, con algunos años de experiencia, fue nombrado director interino de una escuela primaria en su natal Ticul. Trabajando en el interior del estado tuvo la oportunidad de regresar a Mérida, por lo que volvió a avecindarse en la Ciudad Blanca, donde ejerció el magisterio por varios años en una de las más reconocidas escuelas del barrio de San Cristóbal: la Escuela Primaria Santiago Meneses. Esta escuela había sido fundada durante la segunda mitad del siglo XIX con el nombre de Escuela de Varones del Suburbio de San Cristóbal, siendo su director el Profr. Santiago Meneses Castillo. A un año de fallecer éste, en noviembre de 1894, el alcalde de Mérida, Juan López Peniche, designó a dos escuelas primarias con el nombre de reconocidos profesores: Escuela de Varones Santiago Meneses y Escuela de Niñas Libertad Menéndez. (4)
La escuela tuvo varios recintos educativos; inició en un predio particular de la calle 67 por 50 como primaria elemental en los turnos diurno y nocturno. El siguiente año, por problemas higiénicos, fue trasladada al local de la calle 69 entre 42 y 44. En la dirección de la primaria diurna se encontraba el Prof. Manuel Medina Canto y en la nocturna el Prof. Alberto Echeverría, quien había logrado aumentar el número de alumnos inscritos del turno de las 19 a las 21 horas. Ahí eran impartidas las asignaturas de escritura, lectura explicada, aritmética, dibujo lineal, moral y urbanidad e instrucción cívica. Para 1924 el local escolar se encontraba ubicado en la calle 69 por 52. (5)
En julio de 1937 el plantel educativo era llamado oficialmente Escuela Socialista núm. 14 Santiago Meneses. Los grupos eran mixtos y las asignaturas que se impartían eran lengua nacional, aritmética y geometría, conocimiento de la naturaleza, educación moral y cívica, dibujo y trabajos manuales, cultura física y canto; en segundo grado se sumaban geografía e historia y en quinto física y química. En 1957 el gobierno estatal le otorgó el actual establecimiento de la calle 52 por 73 del barrio de San Cristóbal, llamándose Escuela Primaria núm. 10 Santiago Meneses.
Con el paso del tiempo, dejando la enseñanza frente a grupo, el maestro Saturnino fue designado director de dos escuelas en la villa de Maxcanú. Contrajo matrimonio con la reconocida profesora Aída Mejía Salazar, quien ejerció el magisterio en la Escuela Secundaria núm. 2 Adolfo Cisneros Cámara al lado de destacados profesores como Marcial Novelo Briceño, Olga Manzano Moreno, Antonio Buenfil Rivero, Juan José Coello y Candelaria Souza de Fernández, entre otros.
Fue inspector escolar de los partidos de Peto, Izamal y Mérida, así como ferviente partidario de la Escuela Racionalista, colaborando con el Prof. José de la Luz Mena en la fundación de la Escuela Francisco Ferrer Guardia.
A finales de 1922 funcionaba la Liga de Maestros Racionalistas Francisco Ferrer Guardia, adscrita al Partido Socialista del Sureste, el cual tenía su origen en el Partido Socialista Obrero (PSO), integrado por sindicatos de obreros y campesinos y fundado en Mérida el 2 de junio de 1916 a instancias del Gral. Salvador Alvarado. En marzo de 1917 el PSO fue denominado Partido Socialista de Yucatán (PSY). Por los enfrentamientos suscitados entre el gobierno federal central y los partidarios locales del partido, Felipe Carrillo Puerto impulsó la radicalización del PSY, cambiando su nombre en 1921 al de Partido Socialista del Sureste (PSS) en virtud de la influencia que había logrado en toda la península.
El presidente de la Liga de Maestros Racionalistas, antes llamada Liga de Profesores del Estado, era el Prof. José de la Luz Mena; el secretario el maestro Saturnino Gómez Sosa y el tesorero don Vicente Gamboa. «Los maestros racionalistas profesaban un credo pedagógico jacobino, fuertemente impregnado del proyecto político que se había echado a andar desde antes del triunfo de Carrillo Puerto como gobernador, credo en el que destacan los siguientes postulados:
a) nadie ha podido comprobar la existencia de Dios y los descubrimientos racionalistas demuestran que tal idea es sólo una farsa para explotar al hombre;
b) la defensa y emancipación de los trabajadores no puede hacerse más que a través de la Escuela Racionalista;
c) la Escuela Racionalista hará triunfar en la humanidad este postulado: no habrá derechos sin deberes;
d) la Escuela Racionalista enseñará a oír la voz de la razón, pero nunca la voz del servilismo, y acabará con el actual régimen capitalista para establecer el del proletariado;
e) la Escuela Racionalista, en su más alta misión, sabrá convencer al hombre de que todas las religiones, principalmente la católica, no han hecho más que producir hombres débiles e inútiles para la sociedad e indignos y perversos para la familia» (7)
El grupo contaba con el Boletín de la Liga del Maestro Racionalista, el cual dirigió y presidió el maestro Saturnino. Ese mismo año, el Departamento de Educación Primaria lo designó instalador de escuelas racionalistas. Ante los problemas suscitados en la adopción de la Escuela Racionalista, explicó en la Revista de Yucatán, en mayo de 1922, «que la Escuela Racionalista toma las doctrinas revolucionarias y filosóficas de Rousseau y Ferrer; abriga las tendencias anárquicas de la escuela de Tolstoi; sigue los principios societarios y de experimentación de John Dewey, los sistemas característicos de la escuela nueva de Essllander, la escuela por el trabajo del cubano Aguayo y la casa de Baiben de María Montessori.» (8)
El maestro Saturnino obtuvo diversos cargos fuera del ámbito educativo, mismos que supo llevar con respeto y ahínco: fue regidor del Ayuntamiento de Mérida, representante del gobierno estatal, participante del IV Congreso Nacional de Educación Monterrey y a partir de 1924, oficial mayor, secretario y jefe del Departamento de Educación Pública del Estado.
Al concluir la breve administración del gobernador Tomás Marentes Miranda, el Prof. Marcial Novelo renunció a la jefatura del Departamento de Educación, siendo sustituido por el maestro Saturnino Gómez Sosa el 21 de agosto de 1953, permaneciendo hasta su jubilación en 1956, a la edad de 66 años. Ocho años después, el 21 de junio de 1964, falleció a los 74 años de edad este ameritado docente en su domicilio y rodeado de sus familiares. En su memoria las autoridades educativas nombraron a la Escuela Secundaria Estatal Saturnino Gómez Sosa, en Ticul.
El 15 de mayo de 1998 fue declarado Maestro Distinguido del año en una ceremonia oficial realizada en la Plaza del Maestro de la Unidad Habitacional Cordemex. La Lic. Leticia Mendoza Alcocer, secretaria estatal de Educación, recalcó «el intenso esfuerzo que muchos maestros yucatecos han hecho para servir a sus semejantes, como el caso del profesor Saturnino. El ejemplo de los maestros que han conducido a las generaciones de yucatecos desde épocas pasadas, nos confirma que la educación y los educadores son eficaces instrumentos de cambio social.” (9)
La semblanza del homenajeado fue leída por su hijo Mario Gómez Mejía, quien destacó que su padre «fue un revolucionario en toda la extensión de la palabra, además de prolífico escritor de artículos pedagógicos y comprometido luchador de las causas magisteriales»; nació en la época del Porfiriato, en la que «era natural la diferencia de clases sociales y el campesino era explotado por las clases privilegiadas. Era el Yucatán de principios del siglo XX, en el que no había justicia social y el pueblo vivía en condiciones infrahumanas.» Por ello el maestro Saturnino concibió la idea de que con la educación se elimina la ignorancia del pueblo.
Acto seguido las autoridades educativas y gubernamentales, en compañía de familiares y amigos, develaron la placa conmemorativa en reconocimiento a un hombre que trabajó en pro de la educación del pueblo yucateco.
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1 Ruz Menéndez, Rodolfo. Historia del Instituto Literario de Yucatán (1867-1922), segunda Edición, UADY, 1989, p. 123.
2 Peña Alcocer, Joed. «José Novelo: germen maestro poeta», Rostros de la educación en Yucatán, Colección Ilustres Maestros de Yucatán, SEGEY, UADY, Casa de la Historia de la Educación de Yucatán, 2012, pp. 34-35.
3 Ruz Menéndez, Rodolfo, Op. Cit., p.254.
4 Paz Ávila, Lillian. Escuela Santiago Meneses, Colección Mi Escuela en el Centenario, SEGEY, Casa de la Historia de la Educación de Yucatán, 2011, p. 6.
5 Ibid., p. 6.
6 Espadas Sosa, Freddy. Política educativa y revolución: Yucatán 1918 – 1924, vol II, SEGEY, UPN, 31-A, 2009, pp. 23-24.
7 Ibid., p. 77.
8 Ibid., p. 95.
9 “Entrega del reconocimiento al Maestro Distinguido del año», en Diario del Sureste, 16 mayo de 1998.
Marion Guadalupe May Garrido
Continuará la próxima semana…
