VII
“CALCEHTOK DESDE LA PERSPECTIVA ARQUEOLÓGICA”
Continuación…
METATES Y HALTUNES (1)
Es importante mencionar la gran cantidad de metates o “muelas” que se hallan en superficie; en las cámaras tres y cuatro se registraron un total de 36 entre completas y fragmentadas. Se trata de metates ápodos hechos generalmente sobre grandes bloques de piedra producto de los desprendimientos de las bóvedas. Estos implementos son un indicador de las actividades domésticas, tomando en cuenta que los antiguos ocupantes de la cueva aprovecharon las fuentes de agua proporcionadas por los goteos de las estalactitas y escurrimientos de la bóveda kárstica. En la gruta se localizaron tres haltunes que fueron utilizados también como recipientes para almacenar agua.
PETROGLIFOS
La mayoría de las manifestaciones del arte rupestre en la península ocurren sin duda en numerosas cuevas en las cercanías de la sierra del Puuc, al sur de Oxkutzcab y Calcehtok. Los petroglifos representan motivos muy importantes dentro del ámbito arqueológico; sin embargo, existe el problema de su fechamiento y esto se debe, en gran parte, a que se hallan grabados en rocas producto de formaciones geológicas sin asociación cultural de otro tipo. Cuando los petroglifos se encuentran ligados a otros elementos culturales (cerámica, lítica, etc.) se hace menos difícil conocer su temporalidad. Otro de los problemas en los grabados es la explicación de su significado o simbolismo. Según Dubelaar (s/f), hay tres tipos de interpretación:
- Pictórica, que refleja directamente la actividad realizada por el hombre,
- Significativa, en la que se toman en cuenta diseños geométricos o abstractos lo que permite concluir que los artistas han dado un significado simbólico a las figuras; una función simbólica puede estar detrás de los dibujos naturales
- Social, que refleja la función general de una comunidad para expresar sus ideas religiosas o de algún otro tipo.
Muchos autores están de acuerdo en que los petroglifos son figuras muy significativas que frecuentemente se encuentran en lugares aislados y distantes de asentamientos prehispánicos.
El estudio de los grabados en roca presenta problemas metodológicos, y algunas veces son figuras que no contienen un mensaje explícito.
DESCRIPCIÓN DE LOS PETROGLIFOS DE LAS CÁMARAS TRES Y CUATRO (fig. 3)
El petroglifo número uno (fig. 4a, foto 2) se localiza en la cámara tres y se trata de una cara redondeada grabada en una roca caliza; está a 20 m. del acceso actual; es una figura antropomorfa que tiene un diámetro de 15 cm., y es muy semejante a uno fotografiado por Hatt (1953: lám. 2, fig. 1) en la gruta de Loltún.
El petroglifo número dos (fig. 4b, foto 3) está a poca distancia del número uno, a una altura de 82 cm.; su diámetro aproximado de 26 cm. parece representar una cara pero, debido a la erosión de la roca, es difícil distinguir el ángulo de la cara; a pesar de esto, se nota claramente la línea de los ojos y la boca, y una línea que semeja la nariz.
El petroglifo número tres (fig. 4c, foto 4) fue registrado por Hatt (ibid: lam. 2, fig. 2), aunque no lo ubicó; es una representación esquemática que tiene en la parte superior un elemento geométrico de forma circular; a ocho cm. de éste, en la parte inferior, hay una serie de líneas verticales y horizontales separadas en grupos de tres y en algunos casos de cuatro. Se distinguen un total de 32 líneas, aunque en la figura que presenta Hatt el grabado parece tener más, pero actualmente no pueden distinguirse debido a la erosión, así como a la destrucción de que ha sido objeto.
El grabado número cuatro (fig. 4d, foto 5) se encuentra muy erosionado; sin embargo, aún conserva una serie de líneas horizontales paralelas formando una pequeña “escalera” de 23 cm. de alto en cuya parte superior se nota una pequeña cara de 10 cm. de diámetro; este petroglifo es semejante al reportado por Vázquez Pacho (citado en Strecker, 1984: 22) en la cueva que él llamó “Petroglifos”; cercana al poblado de Oxkutzcab.
El petroglifo número cinco (fig. 4e) parece representar la figura frontal de una calavera dejando ver las cuencas de los ojos y de la nariz y los dientes. Estos están mejor conservados, pese a la erosión que la roca presenta en ambos lados. En los extremos de la mandíbula presenta unas protuberancias que parecen ser bigoteras; bajo los dientes, en el extremo derecho aparecen tres líneas de diferentes tamaños (8, 15, y 17 cm.). Del lado derecho hay un grabado que está relacionado directamente con una representación consistente en dos bandas serpentinas, las cuales no pueden verse muy claramente debido a la erosión de la roca.
En el costado derecho superior del grabado anterior encontramos la representación de los ojos y nariz de una figura (fig. 4f).
El petroglifo número siete (fig. 4g, foto 6) se encuentra esculpido en una roca en cuya parte superior hay cuatro metates. El grabado es una cabeza antropomorfa en la que se observa muy bien los ojos y la boca; fue reportado por Hatt como la cabeza de un mono. Esta es una representación muy bien conservada debido a que su ubicación es lejana al camino que usualmente utilizan los visitantes de la gruta.
El grabado número ocho (fig. 4h, foto 7) es una figura zoomorfa que fue esculpida aprovechando la formación natural de la roca; parece representar la cabeza de un mono. Se localiza en la cámara número cuatro y tiene una longitud de 28 cm., 24 cm. de ancho y 6 cm. de grosor. Este petroglifo fue reportado por Mercer (Op. Cit.: 30 fig. 7) y Bonor (Op. Cit.:26, fig. 4).
Existen muchos indicios de que los grabados y pinturas rupestres están relacionados con cultos religiosos que tuvieron lugar allá (Strecker, 1985: 20). En las cuevas mayas es frecuente encontrar representaciones de caras, pero no hay una interpretación clara y precisa de su función; pueden representar el culto a una deidad, o bien un símbolo religioso. En cuanto a las representaciones esquemáticas, son figuras que presentan mayores problemas de interpretación por la composición de motivos que lo conforman, ya que muchas veces son símbolos que manifiestan ideas que son difíciles de comprender.
CONSIDERACIONES FINALES
La gruta de Calcehtok jugó un papel importante para los diferentes períodos de ocupación prehispánica, colonial y moderna. Durante la época prehispánica esta gruta pudo servir como un recinto ceremonial; prueba de ellos son las vasijas que se encuentran en la cámara 10, pero también pudo servir para actividades productivas y domésticas, esto se puede corroborar por la gran cantidad de metates y algunos haltunes que hay en la gruta, principalmente en la cámara cuatro; la mayor concentración de ellos está cerca de las fuentes de agua, las cuales servían para satisfacer las necesidades vitales de sus ocupantes.
En cuanto a las vasijas abiertas de gran volumen de captación, del tipo Muna pizarra, se puede inferir que sirvieron como receptores de agua ubicados en lugares fijos bajo goteos de las estalactitas o bajo columnas rotas a propósito para obtener nuevos goteos y enriquecer de esta manera las fuentes de agua, como ocurre en otras grutas como Loltún (Velázquez, 1981: 139).
Durante la Guerra de Castas (1847) este sitio sirvió como área de refugio. En épocas posteriores (Cuy Vergara, Op. Cit.), en el año de 1902, cuando en Yucatán había mucha inquietud política por las tensiones prerrevolucionarias, se refugiaron en la gruta muchos vecinos del poblado de Calcehtok. En 1914, con la llegada del ejército de General Salvador Alvarado a Yucatán, se dieron algunos conflictos armados y el sitio se convirtió de nuevo en un seguro refugio. También en 1923, en la época de crisis política encarada por Felipe Carrillo Puerto, la gruta dio asilo a los habitantes de las comunidades cercanas. Finalmente, en 1930, cuando hubo choques entre políticos, se ocultó en ella gente de Opichén.
Por otra parte, es importante mencionar el aprovechamiento de la arcilla para la fabricación de las vasijas, la obtención del suhuy ha (“agua virgen”) para ceremonias religiosas, el material pétreo, el uso de cavidades para actividades religiosas, y el aprovechamiento del sitio como un área de refugio y/o habitación.
AGRADECIMIENTOS
Queremos agradecer a los Arqueólogos Verónique Breuil, Alfredo Barrera Rubio y Rafael Cobos Palma por la valiosa ayuda y apoyo académico prestado para la realización de este trabajo.
Al Antropólogo Carlos Evia Cervantes y al señor Rogelio Cuy Vergara, guía de la Gruta de Calcehtok, agradecemos la elaboración del croquis en planta de la gruta.
Así mismo, queremos agradecer al Arqueólogo Rubén Maldonado Cárdenas, Director del Centro Regional de Yucatán del I.N.A.H., por las facilidades brindadas para realizar el levantamiento topográfico en la entrada de la gruta (cámaras 3 y 4)
(1) El término haltún tiene varias acepciones, según el Diccionario Maya Cordemex: piedra donde hay agua; hueco o cavidad de la peña en que se deposita el agua que llueve; sarteneja.
Continuará la próxima semana…