Inicio Cultura Mujeres en la Música del Caribe – III

Mujeres en la Música del Caribe – III

7
0

Entre Corcheas

ROSARIO SANSORES PREN

(Mérida, Yucatán, agosto 25 de 1889 – México, D.F., enero 7 de 1972)

ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA

María del Rosario Sansores Pren. Poeta y cantilenista. Comienza a escribir a la edad de siete años. Contrajo nupcias a los catorce años con el cubano Antonio Senjenís. Radicó en La Habana durante muchos años; ahí colaboró en el “Diario de la Marina”. Ya viuda, en 1932, fijó su residencia en la Ciudad de México donde escribió durante muchos años una columna social, “Rutas de emoción”, en el diario Novedades”. Su obra poética está contenida en sus libros: Del país del ensueño”, 1911; Las horas pasan”, 1921; “Mientras se va la vida”, 1925; Cantaba el mar azul”, 1927; La Novia del sol, 1933; Mi corazón y yo”, 1943; Fruta madura, 1945; Sombra en el agua”, 1951 y “Polvo de olvido”, 1951.

Varios de sus poemas han sido musicalizados: Se esfumó de mi vida, por Ricardo Palmerín en 1928; Sombras, por el ecuatoriano Carlos Enrique Brito Benavides en 1932; Palomita Blanca”, por Ernesto Lecuona en 1939; A Mérida”, por Luis Felipe Castillo en 1998. En 2004 Ligia Cámara puso música a Filosofía y Sinceridad”, y Angélica Balado a Gitana. Otros compositores ecuatorianos han tomado sus versos para componer pasillos.

Esta semblanza fue tomada del Salón de los Retratos de los Compositores Yucatecos, en el Museo de la Canción de Mérida, Yucatán. Hay otros datos de su vida y su obra en Ecuador, que analizaremos más adelante.

Sansores se declaraba contraria a las tendencias modernas de la poesía (de mediados del siglo XX), y se declaraba cursi: “Sí, sí, la gente dice que soy cursi. Imagínate si no voy a saberlo. Pero no me preocupa. Al contrario, me halaga. La gente que sabe que soy cursi demuestra que me ha leído, y eso es lo único que importa” ​

A pesar de que sus poemas sirvieron de base para la creación de numerosas canciones en América del Sur —especialmente en Ecuador y Colombia—, Rosario Sansores visitó en muy pocas ocasiones aquellas tierras. De hecho, en Ecuador sólo estuvo una vez, en 1967, cuando el Ayuntamiento de Guayaquil le concedió un premio literario.

Cuando tú te hayas ido (Fragmento)

Y en la penumbra vaga de la pequeña alcoba
donde una tibia tarde me acariciabas toda,
te buscarán mis brazos, te buscará mi boca,
y aspiraré en el aire aquel olor a rosas…

Este es un fragmento del pasillo ecuatoriano al que le puso música en compositor Carlos Enrique Brito Benavides en 1932, pasillo que lleva el título de “Sombras” y que hasta la fecha se considera como el segundo himno nacional ecuatoriano.

En los primeros años de los cuarenta, en la Ciudad de México, mi padre Alfonso García Peniche, fue uno de los locutores yucatecos que trabajaron para la XEW, siendo egresado de la primera generación de declamadores y actores del Ateneo Peninsular 1926, en Mérida. Por su buena dicción, declamó muchos de los poemas de Rosario Sansores en un programa con Manuel BernalEl Declamador de América”. Entre mis recuerdos están sus otros compañeros locutores: Arturo García “El Macanudo”, que destacaría como actor y se llamó Arturo de Córdova; Ramiro Gamboa, Humberto G. Tamayo, Pedro de Lille y otros que frecuentaban nuestra casa los sábados, participando en descargas literario-musicales. Rosario Sansores estuvo en un par de ocasiones, junto con Emma Elena Valdelamar, Serafina y Alberto Domínguez junto con su padre Don Abel Domínguez, director de La Marimba Orquesta “Lira de San Cristóbal” de los Hermanos Domínguez; Mario Ruiz Almengould, y otros. Cuando Rosario leyó algunos de sus poemas, mi madre puso fondo musical con su piano.

Rosario fue hija de Juan Ignacio Sansores Escalante y Laura Pren Cámara. A los catorce años de edad, se casó con el cubano Antonio Senjenís, con quien se fue a radicar a La Habana. En 1918, cuando Rosario Sansores tenía 29 años, falleció su esposo. Volvió a México, y específicamente a la capital, en donde fue columnista de la sección de sociales en los periódicos Hoy y Novedades. Publicó obras de poesía como Mientras se va la vida (1925) y Rutas de emoción (1954).

Roberto Mac Swiney Salgado con Gloria Ruiz y Raúl Esquivel, con el retrato de la poeta meridana, Rosario Sansores.

A continuación, una crónica: “Se encontraron de casualidad en mayo pasado en Mérida, Yucatán (México) y empezaron a conversar acerca de una poeta que murió hace 40 años: Rosario Sansores. Casi no es conocida en México ni en Ecuador, pero su poema “Cuando tú te hayas ido”, dio paso a la canción más popular con la que identifican internacionalmente al Ecuador: el pasillo Sombras.

Sin premeditarlo, Gloria Ruiz Castañeda y Roberto Mac-Swiney, promotor cultural, empezaron a hacer planes para realizarle un homenaje y para aunar relaciones entre Ecuador y México.

En los preparativos de esta conmemoración se integró el locutor e ingeniero mexicano Raúl Esquivel Díaz. El jueves pasado en el Teatro Sucre en Quito vio la luz el primero de cuatro conciertos que se realizarán en el país en homenaje a Rosario Sansores, la poeta; Carlos Brito, el compositor, y Julio Jaramillo, el cantante. Ellos forman el trío inmortal para esa canción, que es el relato de un amor apasionado evocado en las profundas sombras de la soledad. “Ella vivió con intensidad, fue una apasionada de sus amores y desamores,” explica Mac-Swiney.

Sus letras calzaban con el pasillo como si se tratara de un pie y un zapato. Sus poemas contienen elementos de tristeza, lejanía y de amor; se casó a los 14 y pronto se divorció.

“A los siete años ya escribía poemas que escandalizaban a su familia, al grado que le evitaban el papel y el lápiz y ella los escribía en la pared con pedazos de carbón”, cuenta Mac- Swiney, quien ha investigado su vida y obra junto a Esquivel Díaz.

Mac-Swiney, quien además preside la Asociación de Los Amigos de la Trova Yucateca, ha podido desde este espacio difundir a los compositores y músicos de Mérida. Ha logrado identificar al menos 28 textos de la poeta Rosario Sansores que han sido musicalizados en Ecuador a ritmo de pasillo. Hugo Delgado Cepeda, periodista guayaquileño con quien los investigadores mantienen lazos de amistad, refirió que, a más del pasillo Sombras, los poemas de Sansores se convirtieron en letras de las canciones Alondra fugitiva, Ausencia, Filosofía, Tengo celos, Mientras tú me quieras, entre otras.

En octubre de 1967, Sansores visitó Guayaquil como invitada de honor de la Asociación de Periodistas de Guayaquil. Allí recibió la Lira de Oro, y el presidente Otto Arosemena la declaró Poetisa de Oro. Ella murió a los 83 años, el 7 de enero de 1972. El gusto por la música y la admiración a esta poeta llevó a Esquivel Díaz a hallar su tumba en un cementerio de México, DF. En su lápida se ve un libro abierto en el que se escribió el poema, hoy canción Sombras.

A pesar de que su presencia en la música está en Ecuador, sus familiares no reciben regalías por la interpretación y uso de la letra; los créditos autorales sí los ha recibido, pero no se le da reconocimiento ni crédito, como mexicana yucateca y meridana.

Rosario Sansores es otra de las mujeres que se anticiparon a nuestra época. Sin intimidarse, se enfrentó a la familia, sociedad y religión, para no ser oprimidas también en su pensamiento, mundo social y religioso. Su pluma y la música les ayudaron a tener un pedestal de gloria artística.

Saludos, Dr. Loyola, ya tienes, con este, tres personajes que con su vida se han ganado un lugar en tu libro sobre la mujer caribeña en la música. AHGA.

Fuentes

https://www.museodelacancionyucateca.com/2016/05/04/maria-del-rosario-sansores-pren/

https://www.eluniverso.com/2012/08/13/1/1380/rosario-sansores-poeta-autora-pasillo-sombras-recibe-homenaje.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Rosario_Sansores

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.