PARA SANAR EL ALMA: CONFERENCIAS MAYAS / LIBROS A EDITAR / CORREGIR ESTILO DE LIBRO
edgar rodríguez cimé
Como los efectos del coronavirus me pegaron desde el año pasado cuando me despidieron del Por Esto por alzar la voz a favor del derecho territorial maya que no hallaban cabida en los planes estratégicos de López Obrador, ando escribiendo para dos portales digitales, además de rascarme las patas, meciéndome en la hamaca, luego de una patada a la pared para tomar buen impulso.
Entonces, surgió el chance de volver a las andadas: un amigo se convierte en Rector de una Universidad –de nuevo pues ya lo había sido anteriormente– y surge la posibilidad de trabajar como su asistente para apoyar tanto el desarrollo cultural maya como la edición de textos en este idioma para estudiantes y profesores de esa casa de estudios.
Para esto, me puse a trabajar en la planeación de dos cosas: una serie de conferencias de contenido maya impartidas por especialistas nativos en diversas profesiones relacionadas con el campo; y una relación de libros inéditos escritos por investigadores y escritores para la formación intercultural maya-española de los estudiantes de la licenciatura en Educación Primaria Indígena.
Y a contactar la red de amigos y camaradas del universo cultural maya de la península de Yucatán: del experimentado comunicador Bernardo Caamal Itzá al doctor en antropología Lázaro Tuz Chí, catedrático e investigador de la Universidad de Oriente (UNO) en Valladolid; del doctor en lingüística Fidencio Briceño Chel, asesor de doctorados en esta especialidad en universidades extranjeras, al escritor y activista de Morena Santiago Domínguez Aké.
La sorpresa vino cuando mi amigo, al anticiparle la propuesta por escrito, me aclaró que “todo sería virtual”, como concluyeron los cursos del ciclo escolar en planteles públicos y particulares por aquello del riesgo que implica la sana distancia de dos metros entre persona y personaje, lo cual solamente confirmó los rumores sobre el futuro.
Otra de las chambas del quehacer literario surgió sin querer. Andaba “echando perico” (cotorreando) con un camarada de la etapa en la Universidad de Yucatán, cuando éste platicó que a esas alturas del partido, ya con más de seis décadas de rol, vivía “sólo pero feliz” luego de casar a sus dos hijos y separarse de su “fiera”, para comprar una ex hacienda e irse a vivir por rumbos de Izamal.
Entonces comentó que entre sus trabajadores y una bola amigos del pueblo de Izamal se formó un grupo juvenil con inquietudes por aprender conocimientos sobre temas contemporáneos tanto del ámbito maya como urbano. Me propuso impartir unas charlas sobre temas prioritarios que reafirmen su Yo maya contemporáneo, proveniente de una cultura materna con Alta Civilización (descubrieron el “cero” 700 años antes que la civilización árabe y crearon un calendario civil perfecto).
La idea es iniciar con el conversatorio, plática horizontal donde nadie posee la autoridad plena sino se impone el acuerdo general, 500 Años de resistencia armada y biocultural de la Nación maya, para cerrar con la charla Arte Maya Contemporáneo, donde se hablará sobre el renacimiento del arte maya en los últimos 40 años (1980-2020) en literatura, teatro, pintura, escultura, fotografía, video, cine, música, para concluir con una muestra de rap maya.
Finalmente, sigo esperando la llamada en WhatsApp (dizque sale más barata para hablar desde un país de Oriente) desde Japón de mi cuate El Chicano, alias Miguel Acuña, quien recién acaba de concluir un libro sobre Méjico desde la mirada de un mejicano en Oriente, y desea le apoye en la “corrección de estilo”.
edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx
colectivo cultural “Felipa Poot Tzuc”