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De la miel y las abejas – XXII

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XI SEMINARIO AMERICANO DE APICULTURA

Continuación…

El polen y la autenticidad de la miel

El presente estudio del Dr. Enrique Martínez Hernández tiene como objetivo destacar la importancia de la melisopalinología aliada a la apicultura para verificar la autenticidad de las mieles mexicanas.

Los granos de polen son reconocidos e identificados mediante la observación microscópica realizada por un experto en palinología, cuya firme opinión profesional y experiencia son garantía de la determinación de las plantas explotadas por las abejas como fuente de néctar para elaborar la miel.

El grave problema de la adulteración de las mieles en México se puede atacar con un enfoque interdisciplinario, en donde además del análisis palinológico se cumpla con la caracterización de las mieles por su análisis químico y físico. Independientemente de que dichos métodos coadyuven a garantizar las mieles en el mercado interno, se cumplirá con las normas internacionales de calidad establecidas por la IBRA (International Bee Research Association) y de esta manera las mieles mexicanas llenarán cabalmente los estándares de excelencia requeridos por la comunidad europea. En consecuencia, es recomendable conocer el contenido del polen de los diferentes tipos de mieles producidas en el país, lo que contribuiría a verificar la autenticidad de las mieles mexicanas, con mayor aceptación y aun mejor cotización en el mercado internacional. Conocer el origen floral y geográfico dará un valor agregado a la miel.

En México, en el Instituto de Biología de la UNAM existe una infraestructura y recursos humanos altamente especializados en el área de Melisopalinología que puede competir en calidad y precios en el análisis palinológico de las mieles mexicanas, ya que cuenta con una colección palinológica de plantas recientes de más de 9,000 especies que cubren los principales tipos de vegetación del país. Recibe además de tener el apoyo del herbario nacional y la cooperación de varios botánicos. Se podría comentar que los pocos patrones establecidos por los europeos para las mieles mexicanas son muy generales y no reflejan la complejidad de la flora mexicana de las cuales la Apis mellifera toma sus recursos nectaríferos y poliníferos.

Por otro lado, el estudio palinológico de las mieles implica conocer la cantidad absoluta de granos de polen por unidad de volumen, i.e., 10 gr., dicha cantidad absoluta puede variar desde menos de 20,000 hasta más de 1,000,000, con lo cual se establecen cinco categorías. Esta variación en el número absoluto de granos de polen depende fundamentalmente del origen monofloral (con una especie de planta dominante representada con más del 45%) o multifloral de la miel (en donde las frecuencias relativas no revelan dominancia de ningún tipo de planta en particular). Sin embargo, los estándares de Europa establecen que para la miel unifloral de Citrus spp. existe una subpresentación de los órganos de polen de estas plantas con frecuencias del 10 al 20%, lo que no concuerda con nuestros datos obtenidos para la miel unifloral de Citrus sinensis de Veracruz, con frecuencias típicas de miel unifloral del 45% en base al conteo de 1,200 granos de polen, y con una cantidad absoluta de 3,500 palinomorfos por cada 10 gramos. Lo anterior concuerda con los parámetros establecidos por el IBRA para mieles uniflorales; en Chiapas se detectaron también mieles uniflorales producidas por Apis mellifera al pecorear los cultivos de café (Coffea arabica) y sandía (Citrullus vulgaris). En este sentido, habría que resaltar que la obtención de mieles uniflorales por los apicultores está aunada a la polinización de muchos cultivos cuyo rendimiento por hectárea se incrementa notablemente.

En otros estudios que hemos realizado sobre las mieles del tradicional estado apícola de Yucatán, hemos demostrado que los análisis palinológicos en ocasiones demuestran la autenticidad del origen floral de la miel en cuestión, i.e., la miel de Tabché (mangle rojo: Rhizophora mangle) contiene abundantes granos de polen; no obstante, en otras ocasiones la denominación maya del origen botánico de dicha miel no concuerda para nada con las frecuencias polínicas resultantes del análisis palinológico, así la miel de Dzalám (Lysilomoa latisiliqua), cuyo contenido de varios tipos polínicos indica que es una miel multifloral con escasos granos de polen pertenecientes a la leguminosa conocida como Dzalam.

En conclusión, es muy recomendable no solo el conocimiento de la flora apícola nacional, sino también empezar el análisis sistemático del contenido palinológico de las mieles, para evitar su falsificación, y certificar su autenticidad, conjuntamente con los análisis químicos y físicos. Todo eso repercutirá en una mejor aceptación y cotización de las mieles mexicanas en los mercados internacionales.

Ana María Aguiar de Peniche

Noé Antonio Peniche Patrón

Continuará la próxima semana…

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