Atisbando en la Memoria
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
El día de ayer, viernes 13 de marzo, en el restaurante Drive Inn nos apersonamos tres compañeros de juventud a quienes las nieves del tiempo han pintado sus sienes. Seguimos unidos en pensamiento, recordando ayeres del viejo Drive Inn, ubicado en la Av. Colón X calle 62, donde se nos atendía en el automóvil y los meseros se acercaban solícitos con un cambio de luces. Su primer propietario fue Sergio “Mosco “Enríquez, hasta que falleció en un accidente de playa.
Antes de esa época, ese mismo lugar era la sede del Country Club de Yucatán. Ahí se encontraban las dos canchas de tenis de arcilla de Mérida, siendo el primer y único entrenador Santiago “Chanito” Ponce, vecino de la calle 28 por Ave. Colón.
Llegamos a varias finales de los campeonatos estatales, cuando era deporte blanco. Éramos compañeros de raqueta Gonzalo Castaldi Monreal, Gonzalo Ganboa Seba, Domingo “Chumín” Rodríguez, Jorge Trava Quintero, y el que escribe, de los cuales quedamos un par en este mundo traidor –como decía Campoamor– donde nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira.
Antes de nosotros solo recuerdo a los hermanos Sauma, que fueron destacados tenistas. Posterior a nosotros, la mejor raqueta de Yucatán fue la de “Junior” Luis García Santinelli, quien fue parte de la Selección de México para Copa Davis, y radica en Ciudad del Carmen como fuerte financiero y director de empresas, con el cual guardo amistad familiar.
Luego el Drive Inn fue comprado por Jorge Ferráez, que falleció el año pasado, y le dio un nuevo y más amplio giro a su empresa restaurantera, ahora en la Ave. Correa Rachó, frente al Deportivo Bancario; y una sucursal, siempre en la Av. Colón, con calle 62 A, ambos con hornos de leña, para el mejor sabor de sus platillos y panes. Ayer encontramos remodelado el local y con mejor calidad y servicio; además sede de nuestras reuniones en su bar Rat Pack o su Salón principal o terraza, aunque añoramos nuestra convivencia con Jorge, que siempre nos dispensó su amistad.
Así nos encontramos tres cumpleañeros nacidos en los primeros meses de1936: en orden de nacimiento, Alfonso Hiram García Acosta, ahora escritor y cronista de sucesos de los últimos siglos, con vigencia editorial para Diario del Sureste y algunas revistas culturales Latinoamericanas; José Angulo “Pepe Chucho”, pianista de vocación que nos demostró su valía en “Charlas de café”, en nuestras funciones musicales del Cine “Cairo”, viajero incansable como guía de turismo internacional y los últimos años como pianista en Punta Maromas en la Riviera Maya; y Silvio Vázquez Caropressi, chiapaneco hermanado a nuestra ciudad desde hace muchos años, compañero de dominó en Plaza Fiesta, buen charlista, egresado del ITAM en la Ciudad de México que ha recorrido el mundo como auditor de empresas internacionales.
Ahora los tres juntos esperamos los viernes para reunirnos con nuestras parejas en el Drive Inn, o en algún otro restaurante seleccionado por ellas, como Luciano o La baguette.
Así, a 84 años de nuestro nacimiento -1936-, recordaré una frase de Francis Bacon: “La edad se apodera de nosotros por sorpresa, sin sentirla llegar”. Reflexiono y considero que la madurez es el arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar.
Vayan mis saludos testimoniales para Pepe Chucho Angulo, y Silvio Vázquez Caropressi que, con el que escribe, queremos cambiar el mundo cibernético actual con nuestro pensamiento ancestral de que todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas, como pensó Albert Einstein en el momento en que resolvía su ecuación E=mc2.
ACRÓSTICO
Amanecer
Las aves cantando
Fiesta en el hogar
Orgullo de tus padres
Nubes blancas, cielo azul
Sol radiante
Oh! Bendiciones mil.
Hoy
Ilusiones
Recuerdos,
Amor de tu familia.
Muchas felicidades.
SILVIO VÁZQUEZ CAROPRESSI
Mérida, Yucatán, febrero 26 del 2013.
