ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
América del Sur es un continente cargado de superlativos, pues alberga algunos de los lugares más bellos del mundo. Lo cierto es que, aunque conozco la mayoría de los lugares de este listado, cada vez me enamoro más y más de ella.
De las antiguas ciudades perdidas a las más modernas y cosmopolitas, definitivamente debes conocer algunos de estos lugares y pensar en visitarlos algún día. Yo ya los añadí a mis destinos preferidos.
Uno de estos destinos que no he conocido es Quito, en Ecuador. Una compañera de trabajo de mi esposa, Addy Victoria Campos, cuando trabajaba en Avon Cosmetics, fue enviada como Gerente General de esa empresa. Nos hizo un par de invitaciones, con estadía pagada, que no pudimos realizar por motivos de trabajo. Aun así, le agradecimos a la Dra. Lucy Loredo su atención
Quito es la capital más alta del mundo, excluyendo La Paz (Bolivia) que de cualquier modo no es legalmente la capital de ese país. Fue fundada por los españoles en 1534 y posee un colorido casco antiguo. Es también la única capital mundial que vive con la amenaza existencial de los volcanes.
Venezuela es una importante nación, rica en petróleo y litio. Mi relación con ese país es variada como mi propia vida.
En esta ciudad de Mérida celebramos el Primer Congreso Latinoamericano de Valuación y Catastro, que ese momento dirigía el Ing. Hernán Pérez Vega, y se me nombró coordinador del evento. Los delegados venezolanos fueron el Ing. Salvador Restrepo y esposa, quienes nos invitaron al Segundo Congreso bi-anual a Caracas, al cual asistimos como invitados.
Luego asistí a una pelea, como comisionado del Consejo Mundial de Boxeo, a Maracaibo.
Posteriormente, en los 500 años de las Méridas del Mundo, viajé con la delegación de Mérida para dar una charla sobre la Mérida de Yucatán en la Mérida Venezolana, siendo la embajadora musical del evento Maricarmen Pérez. Nuestra ciudad blanca es la más grande, luego sigue la de España, en la Extremadura, luego Mérida, Venezuela, y Mérida, Filipinas, la menor, que no asistió a ningún evento.
Varios amigos cubanos residen trabajando en el cuerpo médico en ese país, entre ellos la Dra. Elizabeth Pereira Ralis como coordinadora médica de una provincia, luego fue a Colombia, y ahora se encuentra en Uruguay, trabajando en su especialidad de Farmacia y Química.
Recordar cada viaje es un deleite.
Me viene a la mente que tuve el privilegio de conocer el buque insignia de la Escuela Naval, en Puerto Progreso hace unos seis meses. Fui invitado a una ceremonia naval única. Estando en la cubierta del barco oficial estábamos oficialmente en suelo venezolano y asistimos a la elevación de rango a un Vicealmirante de la Naval venezolana, en Progreso, Yucatán, México, primera que se otorgaba fuera del país. Participamos en los festejos posteriores con nuestros compañeros de la Agrupación Cívica Liberal “Fraternidad y Justicia” con un dueto musical de guitarras, cantando canciones venezolanas. Al día siguiente el Maestro Janitzio Durán Castillo dictó una conferencia sobre Cultura Maya que, para celebrar ese evento, presidió el Embajador de Venezuela en México.
Aunque para llegar aquí se requiere volar (o navegar) más de 3500 km desde la costa chilena, la visita a la Isla de Pascua siempre merece la pena. Esta isla está «habitada» por más de 900 enormes estatuas moai, talladas por los primeros habitantes polinesios de la isla. Se piensa que tienen 1,000 años. Hace algunos años vi un documental que muestra algunas excavaciones en su derredor, en la que quedó evidente que el cuerpo completo es de aproximadamente 12 metros de altura.
La semana próxima haré otra entrega de lo diferente y hermosa que es Sudamérica.
Abur.