XCI
LA DESOBEDIENCIA
Jugaba en la calle un niño.
–Entra, le dijo su madre,
puede lastimarte un coche,
un caballo atropellarte.
Los niños bien educados
nunca juegan en la calle;
para eso tienes tu casa
y el jardín es bello y grande.
El niño sordo se hizo
a las voces maternales,
se distrajo viendo un perro
y lo atropelló un carruaje.
Rodolfo Menéndez
Continuará la próxima semana…