Atisbando Cuba
ALFONSO HIRAM GARCÍA ACOSTA
Caminar La Habana por Prado, o salir una noche del Gran Teatro Alicia Alonso de La Habana –antes Federico García Lorca –, al cual asisto con regularidad en mis visitas a la capital cubana, ya sea como invitado o como asistente a sus clásicos eventos de zarzuela, ópera, filarmónica o ballet casi siempre me hacen cruzar la calle para rematar en otra dulce velada de buen yantar, escuchando música e interpretaciones en el Restaurante “El Colonial” del Hotel Inglaterra, donde cena y arte se conjugan en La Habana.
En el restaurante, usted puede disfrutar del confort propio del Hotel Inglaterra, que respira siglos de historia y estilo. En él, con una elegancia inigualable, hay una variedad de platos que transitan por la cocina cubana y por la internacional. Además, podrá degustar tragos auténticos de Cuba.
Ahí pasé momentos gratos con el Lic. Humberto Rodríguez Manso, Ramóncito Rodríguez que dirigía el taller “Porto Carrero”; Socorro Cerón, cuando asistimos a la semana de la danza con el Ballet Nacional; o con María Esther Pérez –soprano- y Nelson Ayub -bajo-, ambos figuras primas de la Ópera de Cuba, después de la función de “La Traviata de Verdi, con María Esther como Violeta; o en compañía de Alina Menéndez y su familia durante la temporada de conciertos, cuando dirigía Félix Contreras la magnífica Sinfónica del Teatro.
Lo más acogedor del restaurante es el ambiente artístico que usted puede apreciar: sus paredes se encuentran engalanadas con obras de destacados artistas cubanos. Ya para 1994, se decidió que esos mismos artistas diseñaran la Carta Menú del Restaurante Colonial, la cual, además, cambia con las estaciones del año. Muchos de estos artistas, aparte de los originales de estas cartas menú, han donado otras obras plásticas de gran valor que forman parte del patrimonio del Hotel y son utilizadas para realzar la belleza de las habitaciones.
Entre los artistas que usted puede conocer junto a una cena en familia o un almuerzo romántico están:
En el verano
Zaida del Río, Alberto Lescay, Alfredo Sosabravo, Alicia Leal, Manuel López Oliva, Aimée García Marrero Ernesto Rancaño, Marta Arjona, José Omar Torres López, Gilberto Frómeta, Salvador Corratgé, William Hernández, Esteban Machado, Salvador González y Reynerio Tamayo Fonseca.
En el otoño
Sigfredo Ariel, Flora Fong, Pedro Pablo Oliva, Juan Moreira, Ernesto García Peña, José Luis Fariñas, Carlos del Toro, Agustín Bejerano, Roberto González Goyri, Eduardo Abela Adigio Benítez, Isabel Santos, Hilda Vidal, Pedro de Oraá, José Miguel Pérez y René de la Nuez; este último ha estado en Mérida, ha publicado en el Diario Por Esto, y la serie de sus originales sobre la Paloma de la Paz se encuentra en la Casa de la Historia Magisterial, bajo el cuidadoso celo de la Maestra Effy Luz Vázquez López, engalanando nuestra Sala de Juntas de los jueves, donde sesionamos los integrantes del Grupo Liberal “Fraternidad y Justicia””.
En el invierno
Manuel Mendive (su hermano Joaquín (+) le puso música a mi poema “Guantanamera Maravillosa” en Guantánamo, durante el Festival Internacional de Tríos “Cantares de América” en 1992), Nelson Domínguez, Ever Fonseca, Minerva López Díaz, Julia Valdés Borrero, Ángel Ramírez, Eduardo Roca (Choco), Alejandrina Cué, Carlos Manuel Guzmán, Roberto Diago, Águedo Alonso Labrador, Ernesto Villanueva, Rubén Rodríguez Martínez y Antonio Vidal.
Van saludos especiales para “Seve y sus Matamoros”, la hija del gran Miguel Matamoros, que le dio un giro especial al son cubano con su trío. Para Seve Matamoros, mi cariño y admiración a su trabajo musical y mi agradecimiento por tener en su repertorio dos pares de canciones de mi autoría que están el disco “Como la Mariposa”, editado en Francia y de venta en Cuba.
En la primavera, la parte artística se complementa con
Roberto Fabelo, Ileana Mulet, Vicente Bonachea, Cosme Proenza, David Rodríguez, Diana Balboa, Zenén Vizcaíno, Raúl Santos Serpa, Amarilys Véliz Dieppa, Carlos Quintana y Aziyadé Ruiz Vallejo.
El Hotel Inglaterra mantiene un algo histórico especial, un ambiente non que será difícil de imitar. Ahí las tardes parecen pasar sin sentir, acompañado de un aromático café cubano en su acera del Louvre y sus interiores llenos de encanto y arte en sus acogedores restaurantes como La Sevillana, con música de piano; El Colonial, del que ya hablamos; hasta llegar a La Terraza, en el último piso del edificio histórico, todos accesibles aunque no estés hospedado en el mismo.
En La Terraza pasé hechizadas tardes de música tradicional cubana con Seve y sus Matamoros, acompañado de una parrillada exquisita y un par de frescos daiquirís que cerraban el conjuro de una tarde con el suave céfiro de la brisa habanera, hasta escuchar a las 8 de la noche los cañonazos del Morro.
Otro de los atractivos que hacen notable al sitio es el acceso al Restaurante Colonial –que conocí cuando no faltaba a los Festivales “Boleros de Oro” que ha dirigido el Dr. José Loyola Fernández, y del cual tengo invitación para el próximo año para sostener dos conversatorios en la Sala Villena de la UNEAC, sobre “El Bolero en México” y “La influencia de la Música Cubana en la trovadoresca de Yucatán”– ya que en 1994 diferentes artistas plásticos cubanos decoran con sus obras las, servilletas, la carta menú, posters, afiches y paredes del lugar en cada estación anual. Un ambiente para disfrutar y rememorar la historia.
Desde esta antigua Mérida de Yucatán, van mis saludos para los artistas plásticos que ponen su talento artístico tanto en obras de caballete, murales, cerámica que ornan el Hotel Inglaterra: a Ernesto Domecq Menéndez, egresado del escuela de pintura “San Alejandro”; al colectivo de jóvenes pintores de Guantánamo Hermanos Saiz, a Teresita Gómez Vallejo, compañera artista manzanillera; a Lichi, magnífica dibujante espirituana; y a Ramón Rodríguez del Taller Portocarrero, esperando pronto hagamos un intercambio de Artistas Visuales entre Cuba y México.
Fuentes
https://www.ecured.cu/Hotel_Inglaterra
https://www.todocuba.org/cena-arte-hotel-la-habana/
Archivo AHGA
