XCII
NOCHE DE LUNA
¡Oh, mi dulce novia ausente,
qué amargura el alma siente
en esta noche de luna,
porque no dejas ninguna
caricia sobre mi frente!
¿En dónde estás a estas horas,
gratas y reveladoras?
¿A la luna también miras,
y al verla, tal vez suspiras,
tal vez suspiras y lloras?
Cuando la vemos los dos
y de una esperanza en pos
vuela nuestro pensamiento,
en el azul firmamento
nos confundimos con Dios.
(1927)
Alfredo Aguilar Alfaro
Continuará la próxima semana…