Detectives por la tarde
– Pues el vecino quiere ser novio de mi hermana –dijo Inés– pero casi no los dejan verse, porque la cuidan mucho. Pobre vecino: a veces ella sí está y le dicen que no, que se regrese al rato, y ahí lo ves esperando quién de la familia le va a dar paso, porque ni mi papá ni mi mamá quieren que sea novio de Juana.
– Si casi ni nos dejan pasar a nosotros que somos tus amigos –dijo Ezequiel.
– El vecino… Ni me acuerdo de su nombre porque ni eso quieren saber en la casa. Lo que sí dicen es que es más grande que mi hermana, tiene como veinticinco años y ella apenas va a cumplir dieciocho este mes. Por eso menos quieren aceptarlo.
– ¿Y tu hermana qué piensa? –preguntó Damiana.
– Me parece que sí le gusta, pero le dicen muchas cosas para que no le haga caso. El muchacho insiste y me recuerda cuando jugamos doña Blanca está cubierta de pilares de oro y plata, romperemos un pilar para ver a doña Blanca… Quién es ese quijotillo que anda en pos de doña Blanca…
La persona del sueño
Primera parte. La voluntad
Un sastre y su amigo unicornio viajando en un barco – ¡Ayudando al amigo sastre! ¡Qué desastre! – Cuando los Ehuejcu se volvieron huecus – Los huecus de los Ehuejcu – Los huecus – Detectives por la mañana – Detectives por la tarde – Detectives por la noche – Polillita roja – El señor del monte – La persona del sueño sigue por aquí – El abuelo Genaro – Libélula y el nieto – El hechizo de borrar tu nombre – El viaje de la princesa – El libro de los nombres – El recuerdo de la princesa
Escrito e Ilustrado por Rubén Camilo Solís Pacheco