LXXVI
T O D A V Í A
(A mi hermana María)
Todavía dan sombra las ceibas,
frutos los árboles; perfuma el viento;
flores ostentan las limonarias,
y sueña el alma, suspira el pecho.
Liban ansiosas la miel del monte
las abejitas de aquellos tiempos;
trinan las aves enamoradas,
y luce albores el firmamento.
Y como antaño, la luna brilla
mientras se escucha el titiriteo
de los grillitos que perseguíamos
con tanto acierto…
Mira, sonríe, no quedes triste
y no te apene que hubieran muerto
la esbelta palma y el pino alerta,
y nuestro nido se encuentre lejos.
Donde jugábamos ¿lo ves? Son otros,
hoy, los que juegan con tanto anhelo;
las hojas caen y son pulidas,
también suplido han nuestros puestos.
No te entristezcas: mira, sonríe,
que ya se fueron aquellos tiempos;
pero han quedado otros que juegan
donde jugábamos ¡ay! tan contentos.
Yaxché 1921.
Alfredo Aguilar Alfaro
Continuará la próxima semana…