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Petirrojo es una historia que mezcla el pasado con el presente: aquél el de Noruega durante la Segunda Guerra Mundial, éste el de la Noruega en las postrimerías del Siglo XX, y albores del XXI. Contiene todo lo que toda novela negra requiere: asesinato, intriga, traición, amor, y venganza. Todo lo anterior, con dosis de genialidad provenientes del ya muy famoso roquero, escalador y, por supuesto, escritor de esa nacionalidad: el gran Jo Nesbø.
En su autobiografía –disponible en su página https://jonesbo.com/– en el primer párrafo Jo Nesbø nos platica que su madre era bibliotecaria y su padre leía todas las tardes. Cuando este falleció, el autor decidió asumir la responsabilidad de escribir el libro que su padre quiso escribir sobre el aparente rol de oposición contra el nazismo que los noruegos jugaron durante la Segunda Guerra Mundial. Esa novela se convirtió en Petirrojo, la tercera aventura del investigador Harry Hole, de quien ya les hemos platicado anteriormente en esta columna cuando reseñamos El Murciélago y Cucarachas.
Así pues, en Petirrojo conocemos la historia de una cuadrilla de noruegos que se enroló con los nazis alemanes, en quienes confiaban mucho más que los rusos, de su vida en las trincheras, de las relaciones que se forjaron entre ellos, y del desbalance que la guerra causa en sus participantes, que llevan cicatrices que muchas veces ni siquiera son visibles. Asistimos a una historia de amor que se desarrolla en uno de los hospitales de campaña, y a la dura decisión a la que debe someterse uno de los participantes por su familia, ante el chantaje que sufre.
También observamos cómo la vida de Harry Hole, después de los exitosos casos que investigó y resolvió, justo cuando parece que se ha encaminado para bien, da un nuevo giro y en una decisión política es “promovido” (la palabra adecuada es desterrado) a una provincia en la que no pasa nada. Harry encuentra casquillos de un arma de largo alcance, una que requiere de talento especial para usarse y que, por principio de cuentas, está proscrita en Noruega. Este aparentemente nimio detalle se enlaza con la historia de la Segunda Guerra Mundial y pronto nos veremos inmersos en una investigación en la que personas cercanas a Harry serán afectadas, y un magnicidio se prepara.
Jo Nesbø indica en su mencionada autobiografía que este es el libro en el que puso todo de sí: de no resultar exitoso, entonces abandonaría la labor de escritor. Para nuestro beneficio y disfrute, no fue el caso; el éxito que había conocido con sus libros anteriores, y del que dudaba, vino a confirmarse. Petirrojo es un libro que se disfruta de solapa a solapa al contar con los elementos básicos mencionados anteriormente, y a ellos agrega un ingrediente adicional: nos enseña partes de la historia noruega que muchos nunca imaginamos, cosas que al padre de Jo le era importante dar a conocer, para poner las cosas en su lugar, para asignar responsabilidades.
Harry Hole es uno de esos personajes que, una vez que conoces, consideras como alguien cercano a ti; lejos de ser un super hombre, es un ser humano lleno de temores, contradicciones, inseguridades, y que tropieza con las mismas piedras que cualquiera de nosotros lo ha hecho. En Petirrojo conocemos un poco más de él y, francamente, sufrimos con él lo que le toca vivir en este episodio; al mismo tiempo, su creador nos muestra el adecuado anzuelo para leer el siguiente capítulo de su vida en el libro Némesis, que tendré el gusto de reseñarles en el futuro próximo.
Si buscan a un gran contador de historias, y además gustan de la novela negra, dense el gusto de leer a Jo Nesbø, que no los defraudará, como tampoco ha defraudado la memoria de sus padres sino, por el contrario, continúa con la tradición familiar bajo la cual creció. Petirrojo es otra gran demostración de la maestría y buenos oficios del autor noruego.
S. Alvarado D.
