Perspectiva
“Siempre me he imaginado el Paraíso como una especie de biblioteca”
Jorge Luis Borges
En unos días se celebrará la séptima edición de la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, un evento que muchos de nosotros saboreamos con anticipación año con año, sin perdernos la oportunidad de asistir.
Ignoro cómo comenzaron ustedes a leer. En mi caso, mi padre inició llevándonos revistas de historietas a la casa; las llamábamos “cuentos”. Por su formato y temas, a mis hermanitos y a mí nos parecía muy fácil y agradable leerlas. Claro que también mi padre apreciaba ese formato, y mi madre también: a él particularmente le encantaba “Fantomas, La Amenaza Elegante”, y a ella “Lágrimas, Risas y Amor”. A nosotros nos gustaban las historietas de Disney, La Pequeña Lulú, Chanoc, Kalimán, y todos los “cuentos” que el presupuesto de nuestro papá pudiera adquirir. Solía llegar los viernes con una dotación de cuentos, y minichiclets. Era el paraíso.
De los cuentos, mi padre nos compró para leer libros ilustrados, y así conocimos a Karl May, a Emilio Salgari, a Julio Verne, a James Fenimore Cooper, a Mark Twain, y a muchos, muchos más. En quinto año de primaria, nos pidieron en la escuela llevar un libro. Elegí uno de aventuras, con algunas ilustraciones. Después de ese libro, hace ya varias décadas, a excepción de cuando son cómics o forman parte de la obra, mi vida ha estado principalmente regida por libros “sin ilustraciones”.
Tal vez este sistema progresivo de inmersión a la lectura sirva a algunos de ustedes con sus hijos. Ojalá y así fuera, porque estoy convencido de que el día que la mayoría de los mexicanos leamos regularmente literatura, ese día le daremos a vuelta a esta oprobiosa dictadura que nos han impuesto los políticos. Y leer, ya lo sabemos, no depende de nadie sino de nosotros mismos.
Pero regresemos a la FILEY…
Del 10 al 18 de marzo tendremos los yucatecos la oportunidad de visitar las exposiciones de múltiples editoriales que nos intentarán de convencer algunos de sus lanzamientos más actuales, y también tendremos la oportunidad de interactuar con algunos de nuestros héroes literarios. Por ejemplo, Xavier Velasco, BEF, Trino, Juan Villoro, Antonio Malpica, Antonio Garci, Armando Fuentes Aguirre, y otros más, estarán presentes. A ellos se agregará también el cineasta mexicano Isaac Ezban, a quien conocimos por su película “Los Parecidos”, que reseñamos aquí. Mejor oportunidad de escucharlos, preguntarles, e incluso volvernos sus amigos, no habrá sino hasta la siguiente edición de la FILEY.
Sin embargo, me confieso “bibliófilo”, y muchas veces prefiero pasar el tiempo entre anaqueles, recorriendo mesas con innumerables ejemplares que han pasado por muchas manos y ojos, apreciando la inmensa cantidad de historias que encierran entre sus páginas, dejándome enamorar por las letras y fragmentos que alcanzo a atisbar entre ellos.
Finalmente, aprovecho para adquirir todos los libros que mi presupuesto me permita: algunos, los menos, como regalos para cumpleaños o Navidad, la mayoría como ejemplares que se agregarán a mi biblioteca y, por ende, al acervo cultural de la familia.
Es cierto que, penosa y vergonzosamente, adquirir literatura no resulta nada barato. Nada me indigna más, por ejemplo, que encontrar que los ejemplares del Fondo de Cultura Económica no tienen nada de económicos, cuando esa es su razón de ser: fomentar lectoría, acercar la literatura y las letras a los que las amamos. En el caso de las editoriales privadas, creo que ya están dándose cuenta de que no les queda más que reducir sus precios para reducir sus existencias, y es en estas ocasiones cuando muchos tenemos la oportunidad de hacernos de ejemplares que de otra manera no podríamos adquirir.
Por otro lado, aprecio inmensamente la oportunidad que nos ofrece la FILEY de conocer nuevos autores, y la obra de muchos de ellos la he conocido al adquirir ejemplares a precios rebajados, en mesas de remate. De hecho, lanzo nuevamente la idea: nos hace falta en Yucatán una Feria de Saldos Literarios, que copie el modelo tan exitoso que se da en la Ciudad de México con el anual Remate de Libros que se da en el Auditorio Nacional. No solamente ganarían las editoriales, sino también ganaríamos nosotros, los lectores. A ver qué emprendedora editorial toma el consejo y nos hace partícipes.
Desde esta perspectiva, y en base a lo expuesto, ojalá estas palabras inciten a algunos de ustedes a apersonarse con sus familias a partir de este sábado 10 a la FILEY y, sobre todo, a adquirir cultura a través de la lectura, la plática, y la convivencia.
Todos necesitamos adquirir mucha más cultura, si es que deseamos un mejor país para nosotros y nuestros hijos.
¡Allá nos vemos!
S. Alvarado D.
