En esta época de frio notamos, más que nunca, la tendencia de buscar los rayos solares por parte de nuestros amigables felinos. Esto tiene una explicación: la temperatura corporal de los gatos, al igual que la de todos los mamíferos, disminuye no solo por las bajas temperaturas sino porque, al estar durmiendo, quietos y relajados, su cuerpo no quema ningún tipo de energía y el gasto calórico es menor; entonces buscan compensar esa diferencia de temperatura y prefieren localizar para dormir zonas calientes o a las que les den directamente los rayos del Sol, como por ejemplo delante de las ventanas, balcones o sofás, porque los gatos, al igual que los humanos, son muy sensibles al frío.
A pesar de su bello pelaje, los gatos también llegan a sentir que la temperatura está algo baja, por lo que buscarán a como dé lugar la forma de calentarse, ya sea cerca del motor de un carro, en un electrodoméstico, en tus piernas o, la forma más fácil, bajo los rayos del sol.
No hay nada que les guste más a los mininos que tumbarse en algún sitio cálido y confortable para echarse una buena siesta.
¿Sabías que estos animales son capaces de aguantar temperaturas de hasta 50° C y adaptarse a todo tipo de climas, ya sean fríos o cálidos?
Un felino en estado salvaje pasa gran parte del día durmiendo, y aprovecha todas sus energías en la noche para salir a cazar. En tu casa, lejos de tener que conseguir su propio alimento, tiende a permanecer estático en algún rincón, por lo que pierde gran parte de su calor corporal como consecuencia de la falta de movimiento. Esto lo motiva aún más a buscar diversas fuentes de calor.
Además de nivelar su temperatura, los rayos de sol los ayudan a obtener la vitamina D que su cuerpo necesita, pero no tanto como quisiéramos ya que, pese a lo importante que es, se ha demostrado que el pelo de los gatos bloquea los rayos ultravioleta encargados de este proceso, y que el aporte de esta vitamina es ínfimo comparado con otro seres vivos. Los gatos son seres delicados, los cuales pueden sufrir todo tipo de enfermedades si no les son proporcionadas todas las vitaminas que necesitan para llevar a cabo sus procesos fisiológicos.
Si su comida no es la adecuada, no solo presentarán problemas de comportamiento, de piel o gástricos, sino que también pueden llegar a morir y desarrollar enfermedades que les impedirán tener una buena calidad de vida.
Aunque a los gatos le guste el sol, es necesario vigilar y procurar que nuestro minino no lo tome en exceso, sobre todo en verano y si es un gato sin pelo o con poco pelaje, porque podría sufrir algunos de estos problemas o afecciones:
- Golpe de calor en gatos
- Insolación en gatos
Cuidar a un gato en verano
Debemos de tener especial cuidado con los gatos blancos o de color claro, ya que son más propensos a padecer problemas dermatológicos. Cuando tu gato es de piel clara, sin importar la cantidad de pelo que tenga, en los espacios menos poblados, como ojos y nariz, pueden desarrollar alergias, enrojecimientos y hasta manchas.
Existen muchas otras razones por las que los gatos deberían estar al sol, como por ejemplo la cicatrización de heridas. Lo más saludable es que exista un rincón por donde entre el sol y en donde el gato pueda tomar sus largas siestas.
DRA CARMEN BAEZ RUIZ
drabaez1@hotmail.es