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XXXVI
COMENTARIOS SOBRE LA DEPURACION EJIDAL DE 1976
La depuración ejidal que se llevó a cabo en 1976 en toda la zona henequenera en el Estado fue muy lamentable, y sigue siéndolo para incontables familias y varios miles de ejidatarios que recibieron una lección muy grande en este sentido por lo que al pobre trabajador, en plenas labores, le privaron de todos sus derechos, tanto en su trabajo del campo, como en su derecho a las prestaciones de los servicios del IMSS.
La referida depuración equivocada no fue practicada en buena forma en el campo de trabajo, en el núcleo ejidal y en las oficinas del Comisariado, ni fue puesto en conocimiento de los representantes de cada comunidad, sino fue elaborada y autorizada por un mandamás en las oficinas del Banco Rural Peninsular.
En un estudio de campo, realizado por algunos investigadores en el área de la zona henequenera en el Estado, practicada en el año de 1968 y en 1974 que ascendió a un promedio de cerca de 80 mil ejidatarios que aparecían sus nombres en las nóminas semanales, con crédito que otorgaba el Banco. La opinión del Gobierno Federal fue afiliar únicamente a 50 mil ejidatarios del padrón henequenero, y desconocer a 30 mil que eran aviadores.
Pero desafortunadamente unos comentarios publicados en dos periódicos, el Excélsior y Diario de Yucatán, con fecha 5 de marzo de 1971, reproducían un artículo contra el proyecto del C. Ing. Tinajero de suspender el salario de 2400 aviadores de la zona henequenera. El funcionario se vio muy preocupado porque la noticia apareció primero fuera de Yucatán. Sin embargo, con el fin de dar a conocer la purga de 2400 de los 30 mil aviadores enlistados en las nóminas del Banco, y para confirmarlos con datos sospechosos que no dejaran lugar a dudar sobre su autenticidad, se le ofreció las páginas del Diario al señor Tinajero para que enlistara los nombres de esos 2400 entre 30 mil aviadores, los sueldos que recibieron, el tiempo que los cobraron y los nombres de los funcionarios que fueron culpables de esta irregularidad y la bochornosa y venenosa corrupción.
La desordenada depuración de todas maneras se llevó a cabo en todas las sociedades, dando el resultado siguiente: En el ejido de San Antonio Toó, en aquel entonces fueron desconocidos y depurados 11 compañeros trabajadores, auténticos ejidatarios con plenos derechos que realizaban trabajos del campo, como chapeo y corte de pencas de henequén y así perjudicarlos en vez de otros compañeros que desde algún tiempo no laboraban personalmente en sus ejidos, por encontrarse ausentes, en otros puntos donde se pagaban mejores salarios.
Dicha depuración causó conflictos y serios problemas entre los ejidatarios depurados, y los ex–comisariados ejidales. De hecho, cuando el Gobierno Federal decretó la jubilación en el Seguro Social – que cada campesino que tenga la edad de 65 años cumplidos y aparezcan haber trabajado 500 semanas en su ejido en el padrón henequenero, tiene derecho a ser jubilado o pensionado – , se dio el caso de que tres ancianos ejidatarios tenían más de 70 años, imposibilitados para efectuar labores del campo, de manera que hemos entendido es una injusticia que después de haber transcurrido dos años hayan aceptado jubilar a todos los ejidatarios depurados.
El secretario general de la Liga de Comunidades Agrarias y Campesinos era entonces el Prof. Carlos Rubén Calderón Cecilio, cuando en funciones trató de buen corazón luchar para evitar depuración.
Venancio Narváez Ek
Continuará la próxima semana…
