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La Hamaca (III)

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III

Descríbela Fray Bartolomé de las Casas

El ilustre defensor de los indios, el por mucho tiempo discutido Obispo de Chiapas, Fray Bartolomé de las Casas, hizo una brillante descripción del original lecho americano. En la pág. 214 del primer tomo de la Historia de las Indias se refiere al descubrimiento de una isla que parecía grande. Venía Colón de la Sancta María. A la nueva tierra púsole el nombre de la Isla Fernandina. Descríbela así las Casas: “…los que fueron de los navíos a traer el agua dijeron al Almirante que habían estado en sus casas, y que las tenían de dentro muy barridas y limpias y que sus camas y paramentos de casa eran como redes de algodón.”

“Estas llaman en esta Española hamacas, que son de hechuras de hondas, no tejidas como redes, los hilos atravesados, sino los hilos a la lengua sueltos, que pueden meter los dedos y las manos, y de palmo a palmo, poco más o menos, tajados con otros hilos tupidos como randas, muy bien artificiadas, de la hechura de los harneros que en Sevilla se hacen de esparto. Estas hamacas tienen un buen estado de cumplido o de largo, y a los cabos de este largo dejan, de los mismos hilos della, muchas asas, y en cada una braza  de cada parte, y al cabo de todos ellos júntanse como en un puño, y deste puño de los postes de las casas los atan de ambas partes, y así quedan las hamacas en el aire y allí se echan; y como ellas sean las buenas de tres y cuatro varas y más en ancho, ábrenlas cuando se echan como abriríamos una honda que, fuese muy grande, pónense atravesados como en sosquin, y así sobra de la hamaca con qué cobijarse, y, porque no hace frío alguno, bástales. Para quien usa dormir en ella cosa es descansada, puesto que no debe ser sana por la humedad del suelo, que aunque esté alta, del que no puede estar más de medio estado porque se pueda subir en ella, penetra el cuerpo humano, y aunque se pusiese en alto en un sobrado, todavía por la humedad de la noche haría daño; a lo menos son muy limpias, y, para por los caminos, aún en Castilla, los veranos, serían harto estimadas.”

Como la describe Santa María

Francisco J. Santa María, autor del célebre “Diccionario de Mejicanismos”, describe contemporáneamente la hamaca en estos términos: “Hamaca: Voz haitiana. Red por lo general de malla suelta y larga, aunque también se hace en lienzo o tela; sus extremos son recogidos en un haz de hilos, forman los brazos, y éstos a su vez terminan en un lazo o gasa por donde se cuelga a manera de columpio para mecerse. Es el dormitorio particular de los países cálidos. Se hace de hilo de fibras, algunas veces finísimas: cabuya, pita o henequén. Son famosas y valiosas las de Yucatán y Campeche, hechas de hilo de varios colores que se llaman hamacas de hilera.”

Renán Irigoyen

Continuará la próxima semana…

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