Muchos críticos especializados la consideran la mejor banda del rock. De 1968 a 1980 lideraron la escena internacional con ventas millonarias de discos, llenos totales en sus tours mundiales, legando además un arsenal de obras maestras que marcaron, marcan y seguirán marcando pauta en los músicos del nuevo milenio.
Directamente del Reino Unido, esta agrupación conjuntó los talentos de cuatro verdaderos monstruos del Rock: Jimmy Page, Robert Plant, John Paul Jones y John ‘Bonzo’ Bonham. El primero era un reputado músico de sesión que grabó sus alucinantes solos de guitarra en producciones de prestigiados artistas de Inglaterra, un caso similar al de Jones, virtuoso bajista, tecladista y productor. Plant y Bonham formaban parte de ‘Band of Joy’ cuando fueron reclutados para ser parte de la tripulación del ‘Dirigible Metálico’, con Peter Grant como manager, y Atlantic Records como compañía madre.
De todos ellos, Page era el que más fama tenía por ser miembro de ‘The Yardbirds’, una banda donde también militaron Eric Clapton y Jeff Beck. De sus cenizas nació Zeppelin, produciendo canciones de blues, hard blues, hard rock y tintes de lo que sería el heavy metal. Sus cuatro primeros álbumes (‘Led Zeppelin I’, ‘Led Zeppelin II’, ‘Led Zeppelin III’ y ‘IV’) son material de escucha obligada. Si bien su sello distintivo fue el hard rock, mezclaron temas acústicos, incorporaron nuevos sonidos y añadieron otros instrumentos. Sus giras mundiales fueron totalmente exitosas; salvo contadas excepciones, sus conciertos eran maratones musicales que extendían los repertorios con espectaculares improvisaciones. En Estados Unidos calaron profundo y eran idolatrados, con ventas absolutas en todas sus presentaciones, la mayoría de las cuales eran realizadas en estadios.
De 1968 a 1972 no tuvieron competencia, fueron los más grandes en Estados Unidos e Inglaterra, sus discos se vendieron como oxígeno, solamente el álbum ‘IV’ acumula 23 millones de copias vendidas. De esta primera etapa destacan gemas del rock como ‘Good Times Bad Times’, ‘Dazed and Confused’, ‘Communication Breakdown’, ‘How Many More Times’, ‘Whole Lotta Love’, Moby Dick’, ‘What is and What Should Never Be’, ‘Thank You’, ‘Heartbreaker’ (y de hecho, todas la del segundo álbum), ‘Celebration Day’, Since I´ve Been Loving You’, ‘Out on the Tiles’, ‘Tangerine’, ‘That´s the Way’, Immigrant Song’, ‘Black Dog’, ‘Rock and Roll’, ‘The Battle of Evermore’, ‘Going to California’, ‘When the Levee Breaks’ y Stairway to Heaven’.
En su segundo período fue notable un cambio en la dirección musical, aunque siguieron incluyendo temazos de hard rock, blues y de folk, añadieron otros sonidos con tintes sinfónicos, psicodélicos y progresivos, jazz, pop e incluso reggae. Los discos ‘Houses of the Holy’, ‘Physical Graffiti’ (álbum doble) y ‘Presence’ marcaron la segunda etapa del dirigible, muy contrastante ya que, a pesar de mantenerse como líderes de la escena internacional, se tomaron sus primeras vacaciones en años (de 1974 a inicios del 75) y padecieron varias tragedias como el accidente de auto de Plant que lo dejó en sillas de ruedas por meses. Por si fuera poco, Bonham agudizó su adicción al alcohol, mientras Page batallaba con la propia a la heroína. Pero la peor desgracia llegó con la muerte del hijo de Plant a causa de un agresivo virus, lo que obligó al Zeppelin a descansar en el hangar por cerca de dos años.
En este lapso crearon temas emblemáticos: ‘The Song Remains the Same’, ‘The Rain Song’, ‘Over the Hills and Far Away’, ‘The Crunge’, ‘D’yer Mak´er’, ‘No Quarter’, ‘The Rover’, ‘In My Time of Dying’, ‘Kashmir’, ‘In the Light’, ‘Ten Years Gone’, ‘Achilles Last Stand’, ‘Nobody´s Fault But Mine’ y ‘Tea for One’.
La etapa final del monstruo inició en noviembre de 1978, cuando Page, Plant, Jones y Bonham ingresaron a los Polar Studios, en Estocolmo, para trabajar en la grabación del siguiente disco: ‘In Through the Out Door’. Si bien el disco fue lanzado en agosto de 1979 con gran éxito, la realidad fue que Jimmy Page y ‘Bonzo’ Bonham experimentaban la parte más difícil de sus respectivas adicciones, por lo que la mayor parte del material fue compuesto por Plant y Jones, siendo además el único donde hay canciones no escritas por Page. De este trabajo destacaron ‘All My Love’, ‘Carouselambra’ (su tema más progresivo), ‘I´m Gonna Crawl’, ‘Fool in the Rain’ y ‘In the Evening’.
La maratónica gira de 1979 se extendió hasta julio de 1980 y no estuvo exenta de problemas. Todas sus presentaciones fueron un éxito absoluto, destacando el concierto de Copenhague (el 23 de julio del 70 al que asistieron 120 mil personas) y el Festival de Knebworth (que en sus dos fechas, 4 y 11 de agosto del 79, reunió a más de 400 mil gentes).
Su manager Peter Grant había diseñado una gira por Estados Unidos que iniciaría en octubre de 1980. Las localidades ya estaban agotadas, pero el 25 de septiembre su baterista John Bonham falleció ahogado en su propio vómito en una mansión de Page, ubicada en Windsor. Los restantes miembros decidieron no continuar sin ‘Bonzo’ y así el dirigible metálico detuvo su arrollador paso.
En cifras e influencia, pocas bandas pueden compararse a esta agrupación, no solamente por su aporte musical, sino también por su historia oscura, los mitos sobre pactos satánicos para alcanzar la fama (basados en el interés de Page por la hechicería y su admiración por el brujo Aleister Crowley), los excesos sexuales, los destrozos en hoteles (casi todos causados por ‘Bonzo’), por ser la única agrupación que reventaba estadios en Norteamérica, Europa, Oceanía y Japón. Jimmy Page es considerado uno de los cinco mejores guitarristas de la historia. Robert Plant, según la revista Rolling Stone, es el mejor cantante del rock, y John Bonham uno de los más influyentes bateristas. La revista considera el solo de guitarra de ‘Stairway to Heaven’ el mejor del rock, y tres de sus discos se encuentran en la lista de los 100 mejores álbumes.
Led Zeppelin es un grupo que es importante escuchar porque, al igual que The Beatles, marcó una influencia innegable que sin duda seguirá trascendiendo al tiempo.
Ricardo Pat