El Movimiento de la Ruptura en Yucatán: Conservador
Charla con el Artista Plástico Jesús Peraza Menéndez
Se sabe que el movimiento Abstracto surgió en Europa como respuesta estética a los horrores de las dos Grandes Guerras Mundiales, pues “ya no era posible representar al mundo con formas figurativas”. Pero en Yucatán, nos comenta el pintor y escultor Jesús Peraza Menéndez, este momento conocido en el país como la “Ruptura” tuvo una naturaleza contrarrevolucionaria, porque se utilizó para contrarrestar el muralismo de naturaleza popular de Fernando Castro Pacheco.
Este comentario no me resulta nuevo, porque hace unos soles leí que en nuestro país la Ruptura – dice la crítica de arte de izquierda – fue usada por el “capitalismo artístico” (comercial) – comandado por el pintor privilegiado del Poder: José Luis Cuevas – para neutralizar con el cuento de la “modernidad” en la pintura mejicana y de la “vanguardia del Abstracto” en Europa, la potencia estética del muralismo mejicano representando un arte público de excelencia, sobre todo por los tres grandes: Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros.
Los momentos trascendentes en el arte se entienden por los “quiebres Históricos” propios de cada continente, país o región; en nuestro caso, Yucatán, por su aislamiento del resto de la nación, porque éstos dependen de las circunstancias únicas que determinan su desarrollo, freno o involución. Una cosa fue el espíritu revolucionario del Abstracto en los países de Europa y Estados Unidos (industrializados), y otra la naturaleza conservadora de la versión regional de “La Ruptura” entre los creadores plásticos en Yucatán, sostiene el artista plástico Peraza Menéndez.
Desde siempre, Yucatán ha sido conservador, y esto se ha reflejado en la historia del arte. Comenta “Chucho” que el muralismo del maestro Castro Pacheco, en pleno siglo XX, vino a romper con una larga etapa de naturaleza conservadora en la pintura desde el siglo XVI, teniendo como modelo al muralismo mejicano.
Por eso, la obra muralística de naturaleza popular de Castro Pacheco llegó para inaugurar otra etapa en las artes plásticas en Yucatán, donde el pueblo maya, por siempre pisado y humillado, por vez primera asumía un papel protagónico -histórico y estético- en la historia de la plástica. El auge del Abstracto en Yucatán neutralizó la potencia representada por el muralismo de Castro Pacheco. Contra ese periodo estético se opuso el movimiento Abstracto en Yucatán.
Asimismo, comentó sobre el racismo y clasismo en el arte en Yucatán, indicando que la antigua costumbre de considerar un “arte de primera: el Occidental” y un “arte de segunda: el indígena” hizo que obras originales producidas por artistas nativos, por considerarlos como ´artesanos´, no se acostumbrara firmarlas por sus autores, al contrario de producciones de aficionados que, por ser de naturaleza criolla, estampaban sus firmas en trabajos mediocres.
Lo cual, agrego yo, se reproduce hasta la fecha en el universo del arte con manufactura local, pues los maestros talladores de piedra de la comisaría de Dzityá, o doña Timotea Itzá Noh, maestra bordadora de la comisaría de Tikuch, en Valladolid, no son considerados como “artistas”, como sí lo son verdaderos diletantes (aficionados) de las bellas artes occidentales que por producir en la Mérida Blanca, epicentro del Arte Occidental en Yucatán, se presentan como genuinos “creadores de arte.”
edgar rodríguez cimé
edgarrodriguezcime@yahoo.com.mx
colectivo cultural “Felipa Poot Tzuc”